Título:
The lego movie (La lego película)
Año:
2014
Género:
Animación, Aventura, Comedia
Director:
Phil Lord, Christopher Miller
Guión:
Phil Lord y Christopher Miller (guión); Dan Hageman, Kevin Hageman, Phil Lord,
Christopher Miller (historia)
Duración: 100min
Reparto: Chris Pratt,
Elyzabeth Banks, Will Arnett, Morgan Freeman, Channing Tatum, Jonah Hill
Produc.: Warner Bros.,
Village Roadshow Pictures, RatPac-Dune Entertainment, The LEGO Group, Vertigo
Entertainment, Lin Pictures
Presup.: $60 millones
apróx.
Para
quienes sabemos qué es Lego, podrá la película gustarnos más o menos, pero
dudo que en lo visual tengamos algo de qué quejarnos. Desde los disparos en un
tiroteo hasta el agua inundando un submarino, todo lo creado digitalmente
corresponde al diseño de los bloquecitos. Y hasta la manera en que los muñequtos mueven sus piernas, brazos, manos y cabezas es la correcta.
Si, por el contrario, los reparos vinieran por el modo en como fue construida, ahí
sí podría haber motivos para el descontento. Aunque tratándose ya de un aspecto
que da para el análisis.
En
La lego película, Emmet (Chris Pratt) es un tipo común, obrero de construcción, de quien un
día pasa a depender el destino del mundo, frente al villano Lord Bussines (Will Ferrell).
Triunfar le requerirá a Emmet de la ayuda de Estilo-Libre/Lucy (Elyzabeth Bakns) y los consejos de
Vitruvius (Morgan Freeman), más un batallón de personajes, reales y ficticios, dispuestos a seguirlo.
Era
esperable que, para esta adaptación, quisieran hacer mención de algunas de las
colecciones de Lego. Por eso que, de la nada aparezca el Lejano Oeste o La Edad Media; que sin razón alguna Estilo-Libre/Lucy esté saliendo con Batman (Will Arnett); o que el
Gandalf (Todd Hansen) de El señor de los anillos tenga también unas palabras.
Pero la
idea debería estar lejos de colmar las expectativas del público más grande, por ser
demasiado infantil y tener un exceso de personajes. Ni siquiera los constantes
chistes, con alusiones a cómics u otras expresiones, son capaces de levantar una
película que resulta imposible tomarse en serio.
Acercándonos entonces al feliz y previsible final de la batalla y cuando ya parecía estar todo
dicho, todo lo que ha estado sucediendo acaba siendo parte un giro inesperado.
Súbitamente, esa azarosa gran mezcla de personajes de distintas realidades,
épocas y géneros ha pasado a tener un porqué bien definido. Recién ahora vemos un conflicto que sí nos importa, con intereses que realmente chocan, y de cuya resolución queremos, más que nunca, darnos por enterados.
Lo
único imprescindible hasta acá había sido que fuéramos pacientes o
capaces de ver esta película como lo que es Lego, en definitiva: un juego para niños.
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