domingo, 22 de julio de 2012

"Hasta que los zombis nos separen"

Título: [Rec]³ Génesis
Año: 2012
Género: Drama, Terror, Thriller
Director: Paco PLaza
Guión: Paco PLaza, Luis Berdejo
Duración: 80min
Reparto: Leticia Dolera, Diego Martín, Mireia Ros, Ismael Martínez, Emilio Mencheta, Álex Monner, Javier Botet, Ana Isabel Velásquez, Blai Llopis, Itziar Castro, Claire Baschet, Xavier Ruano, Borja Glez. Santaolalla
Produc.: Canal+ España, Filmax, Ono, Rec Génesis A.I.E., Televisió de Catalunya (TV3), Televisión Española (TVE)
Presup.: €4 millones aprox.

En [Rec]³ Génesis, lo que había empezado como una bellísima boda para los novios, Koldo (Diego Martín) y Clara (Leticia Dolera), pronto se va al infierno cuando los invitados son infectados por un virus.
Paco Plaza se ha encargado este año de demostrarnos porqué la palabra “secuela”, muchas veces es tan mal vista.
Si retrocediésemos al 2007 veríamos un ejemplo, de cuándo filmar al estilo de La bruja de Blair Witch, y metiendo en el medio a unos cuantos muertos vivos, sí tenía sentido. Sumémosle, además, que todo iba a sucederse en un edificio en cuarentena, lo que hacía que las condiciones para generarnos miedo fueran idóneas. 
Con [Rec] ², estrenada dos años más tarde, el escenario sería el mismo, sólo que cambiando los protagonistas. Ahora se le concedía el protagonismo a un equipo SWAT que, provisto, tanto de armas, como de cámaras con visión nocturna, entraban al edificio a limpiar la amenaza. 
Esta secuela tendría también su dosis de suspenso y de sobresaltos, pero que no se acercarían al nivel antes logrado. Por mucho que sus directores trataran de darle un ritmo adecuado, ya la idea carecía de novedad y era relativamente fácil, saber qué iba a pasar y en qué momentos. Encima, ahora habían entremezclado elementos religiosos, tales como la posesión y los crucifijos. Así, la película tenía, sí, lo suyo, pero solo hasta cierto punto. 
Entre la segunda y la tercera parte habría de alargarse el margen de espera y para ver lo que sería un filme con ciertas variantes. Para empezar, ya no dirigen a dúo, Plaza y Balagueró, sino que ahora ha quedado en manos del primero. Por si esto fuera poco, su guión tampoco corre a cargo de tres individuos. Ahora, sólo de dos de ellos. Balagueró, por su parte, ha optado, esta vez, por producirla. 
Hablar del resultado, supongo que sería referirse a lo que ha acabado siendo para muchos, una verdadera decepción. Ocurre que [Rec]³ tiene más de Grindhouse de Robert Rodríguez, que del verdadero cine de terror. Con escenas como esa en la que Clara, con su inocente y hermoso vestido de novia, se arma de furia para destripar zombis con una moto sierra (aparecida, precisamente, en el lugar y momento perfecto), y que, da más para disfrutar a las risas, entre amigos, que para taparse los ojos. 
No estoy diciendo que la película sea mala. Es más, si nos olvidáramos de que es, efectivamente, una secuela, lo más probable es que no hubiera tantas quejas. Pero entonces, el problema viene por ese lado. [Rec]³ “es” una secuela. Una continuación que falla estrepitosamente, por no ser capaz de seguir con una estética ya marcada, que era lo que querían sus fans. 
Paco Plaza sustituye el suspenso por las vísceras y mucha sangre. No es ni si siquiera capaz de mantenerse en el planteo, de que nosotros veamos sólo lo que filman sus personajes con sus cámaras a mano. Algo que sucede, únicamente al principio, que dura poco y que hace que el título mismo, carezca de sentido.
La acción, como ya dije, se desarrolla en el entorno de un casamiento, iniciando a poco del momento de la unión entre los novios ante Dios, en la iglesia, y con la gran importancia que toma después el cura. Aquí, Plaza ha optado por seguir pronfundizando en lo religioso, y en que el todopoderoso no esté excento, en todo esto, de cierta culpa. En realidad, basta con tener en cuenta la otra parte del título.
Dejando de lado todo este análisis, si hay algo que destacar, esa sería Clara, la novia. Personaje interpretado por Leticia Dolera y que, una vez que ha llorado, que se la corrido el maquillaje, que se ha enchastrado de sangre, que ha echado a andar la moto sierra y que se ha quitado, de manera grosera, parte del vestido, resulta realmente inigualable. Una magnífica y bizarra combinación, entre la “pérdida de la inocencia” y la “mujer rebelde”. Una joven que no duda ni un instante en cortarle la cabeza a uno de los invitados, recién mordido, cuando estando este, aún vivo y consciente, ambos saben que es solo cuestión de tiempo.

Mi puntaje: 5/10


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