miércoles, 25 de abril de 2012

"Atrapado, por un secreto"

Título: Brake  
Año: 2012
Género: Crimen, Thriller
Director: Gabe Torres
Guión: Timmothy Mannion
Duración: 92min 
Reparto: Stephen Dorff, Chyler Leigh, JR Bourne, Tom Berenger
Produc.: Walking West Entertainment, La Costa Productions

En Brake, Jeremy Reins (Stephen Dorff) despierta, de pronto, para darse cuenta de que se haya atrapado en una extraña caja de cristal, iluminado por una luz roja y, que, sin importar hacia donde mire, todo es completamente oscuro y desconocido. Jeremy tampoco sabe cuál es su ubicación en el mapa o cómo ha llegado hasta allí.
Hace dos años pude ver Enterrado (2010), del director español Rodrigo Cortés y protagonizada por Ryan Reynolds. En ella, Reynolds era Paul Conroy, un inocente ciudadano, quien necesitado de dinero, había tomado el trabajo de conductor de camiones en territorio Iraquí, para transportar a los soldados, no involucrándolo esto a él en la batalla. Pese a todo, las cosas habían terminado saliéndole mal y ahora despertaba en un ataúd de madera, quién sabe dónde, con un celular como único recurso.
Viniendo ahora al presente, ayer pude deleitarme con otra propuesta muy parecida, pero para mi gusto, muy superior a nivel argumental. En Brake, Stephen Dorff cuenta con un mayor abanico de herramientas y, si bien su imagen es lo que predomina en la pantalla en el 99% del tiempo, la acción, el suspenso y el drama que se construyen en torno a su figura son tales, que uno carece de tiempo, como para aburrirse.
En principio, la idea es exactamente la misma que en su predecesora. Un tipo que ha sido encerrado en un espacio muy reducido y que trata de escapar, y un lenguaje presentado bajo la única alternativa de mostrar al personaje y a su claustrofóbica prisión, desde todos los ángulos de interés posibles. Algo, ya, nada novedoso, sin pensamos en Enlace Mortal (2002) o en 127 horas (2010). Sin embargo, a diferencia de su antecesora más directa, acá los ritmos resultan mucho mejor logrados y no hay escena que se haga demasiado lenta. Todo hecho que acontece en los alrededores, repercute de alguna manera dentro de la caja, de modo que sepamos que Jeremy, aún desde su encierro, también la sufre por los líos que hay afuera. Incluso cuando se produce un tiroteo, una bala perdida atraviesa el cristal y lo hiere en una pierna.
Uno podría encontrarle cierto parecido, también, con cualquier de las entregas de la popular franquicia de terror El Juego del Miedo (2004), si bien en este caso el uso del reloj nunca llega, tampoco, a estar fuera de lugar. No bien Jeremy despierta, en seguida se percata de la existencia de un contador, ubicado por fuera de los cristales, justo encima de él. Más luego encuentra a un costado (pero, de su lado), una radio con intercomunicador. No le será difícil constatar que, cada vez que la cuenta numérica llegue al cero, significa que algo distinto va a sucederle y que con cada cuenta regresiva, nuevas posibilidades de comunicación se ponen a su alcance. Lo que Jeremy ha de hacer, es dar con una frecuencia que lo ponga con la persona indicada, si es que desea salir con vida. Mientras tanto, tendrá que discernir porqué motivo lo están torturando así.
En un momento Jeremy consigue la respuesta a su mayor interrogante, pero no por eso las cosas dejan de complicarse. Ahora se enfrenta a ciertas trabas que le impiden cumplir con lo que le piden, lo que lleva a que sean aún más los conflictos que debe resolver.
Por último, ya hablando del final, sólo puedo decir que pocas veces he visto algo parecido. Cuando uno se espera que ocurra una cosa y termina sucediendo otra, aún más sorprendente y original, es cuando uno, más se da cuenta, del valor de un buen argumento.

Mi puntaje: 8/10


To access the english version click here