martes, 7 de febrero de 2012

"La venganza puede cambiar a las personas"

Título: La Piel que Habito
Año: 2011
Género: Drama, Thriller
Director: Pedro Almodóvar
Guión: Pedro Almodóvar, Agustín Almodóvar (colaborador), Thierry Jonquet (novela "Tarantula")
Duración: 117min
Reparto: Antonio Banderas, Elena Anaya, Jan Cornet, Marisa Paredes
Produc.: Canal+ España, El Deseo S.A., Instituto de Crédito Oficial (ICO), Televisión Española (TVE)
Presup.: $13 millones aprox.

En La Piel que Habito Antonio Banderas interpreta a Robert Ledgard, un excelente cirujano quien, tras la violación de su hija Norma (Blanca Suárez), decide secuestrar a Vicente (Jan Cornet), muchacho responsable del acto, para vengarse.
Previo a esta película, la verdad es que me había costado mucho, entrar en el tan particular universo de Pedro Almodóvar. Dados algunos comentarios, llegados a mi por parte de personas, a quienes el cine de este artista no les estaba gustando, hubo un momento en el acabé por tomarle rechazo, por crearme un prejuicio infundamentado, hacia un director cuyo trabajo ni siquiera me había tomado el trabajo de mirar para juzgar.
Al final, terminé viéndome tres de sus últimas propuestas, en un período de tiempo muy corto. Me vi Todo Sobre mi Made (1999), La Mala Educación (2004) y Hable con Ella (2002). En la primera se me mostraba a un padre travesti y a una monja con sida, en la segunda se me contaba la historia de amor homosexual entre un cura y un niño, y en la tercera se me hablaba de un enfermero, quien tras violar a una mujer comatosa, la dejaba embarazada. De manera que este director español poseía una cierta afinidad por el cine con contenido erótico y algo retorcido, y una cierta atracción hacia los argumentos bastante macabros, lo cual podría hacer que uno le sintiera rechazo. Por mi parte, estas tres películas sí me resultaron algo descabelladas, aunque, no por eso, menos interesantes, puesto que Almodóvar me había mostrado tener la capacidad y el talento suficientes, como para hacer de sus historias, atractivas.
Posteriormente, cuando supe de su última y más reciente incursión en el séptimo arte, enseguida me propuse chequear, por pura curiosidad, qué puntaje promedio le habría concedido la gente en el sitio IMDB. Lo cierto es que, hoy 7 de febrero del 2012 La Piel que Habito cuenta con un 7.7/10. Nada mal, la verdad.
Finalmente, me puse a mirar esta película, careciendo de noción alguna sobre su temática. La cinta, entonces, empezó bastante rara, con un Robert Ledgard observando a una bella chica, su nombre Vera Cruz, (Elena Anaya) a través de la pantalla gigante de un televisor, mientras que esta ocupaba una amplia habitación, de la que en ningún momento se la veía salir. Al mismo tiempo, Robert y Marilia (Marisa Paredes), su empleada, eran presentados como los guardianes a cargo de que la chica, dentro de su aislamiento, estuviera cómoda, de que nada le faltara, pero, también, que no tuviera posibilidades de escapar. Y aquí, todo seguía en misterio. Es que Almodóvar no se apuraría nunca, a la hora de irme revelanado, poco a poco, los detalles de la historia, cada uno en su momento y en el orden qué él sabía, sería el más preciso.
La trama de la película comenzaría luego a desenvolverse, a partir de un plano con enfoque cómico, en el que un hombre joven y pelado, y vestido en un disfraz de tigre, cruzaba la calle para buscar a Marilia, con quien llevaba tiempo sin verse. Una vez dentro de la casa, Zeca (Roberto Álamo) vería a Vera, gracias a un televisor en la cocina, para luego inmovilizar a su madre, atada y amordazada en una silla, y dirigirse, ,rápidamente, a buscar a la cautiva. Es así que, de la mano de Robert, es que Almodóvar mostraría gran parte del contenido erótico de la película, el cual no podría hacerse esperar demasiado.
No obstante, no sería sino hasta que Robert accediera a dejar a Vera salir del confinamiento, que Marilia se daría el tiempo de ponerla al tanto de los hechos que concernían al dramático pasado vivido por Robert, primero con la muerte de su esposa, más luego con la tragedia de su hija Norma (Blanca Suárez). A partir de aquí, la película se iba a transformar en una constante de flashbacks y vueltas al presente, conociendo, nosotros en detalle, las circunstancias que habían llevado hacia la violación de la chica, su posterior internación en una clínica y la furia de un padre vengativo, convertido, de pronto, en un secuestrador enmascarado, capaz de cualquier cosa. Almodóvar consigue poner en imágenes, de manera impecable, lo que ha de ser el dolor de un padre a quien se ha violentado, lastimándolo en donde más le podría doler, un sufrimiento incluso mayor que si le hubieran quebrado algunos huesos, para que Ledgard sacase a relucir lo peor de él como hombre.
Sin entrar demasiado en cuestiones que sería mejor que uno conociese, no, a través de una crítica, sino por intermedio mismo de la película, puedo decir que Robert nos dejará bien en claro hasta que punto ha podido desarrollarse como cirujano y cuan extraordinario es su conocimiento del cuerpo humano.
En La Piel que Habito, conoceremos el vínculo muy perturbador que una a Robert con Vicente, y luego, al mismo Robert, pero con Vera, a quien retenga en una suerte de Gran Hermano.

Mi puntaje: 9/10


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