Título: La Piel que Habito
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Año: 2011
Género: Drama, Thriller
Director: Pedro Almodóvar
Guión: Pedro Almodóvar, Agustín Almodóvar (colaborador), Thierry Jonquet (novela "Tarantula")
Duración: 117min
Reparto: Antonio Banderas, Elena Anaya, Jan Cornet, Marisa Paredes
Produc.: Canal+ España, El Deseo S.A., Instituto de Crédito Oficial (ICO), Televisión Española (TVE)
Presup.: $13 millones aprox.
En La Piel que Habito Antonio Banderas interpreta
a Robert Ledgard, un excelente cirujano quien, tras la violación de su hija
Norma (Blanca Suárez), decide secuestrar a Vicente (Jan Cornet), muchacho
responsable del acto, para vengarse.
Previo a esta película, la verdad es
que me había costado mucho, entrar en el tan particular universo de Pedro
Almodóvar. Dados algunos comentarios, llegados a mi por parte de personas,
a quienes el cine de este artista no les estaba gustando, hubo un momento en el acabé por tomarle rechazo, por crearme un prejuicio infundamentado,
hacia un director cuyo trabajo ni siquiera me había tomado el trabajo de mirar
para juzgar.
Al final, terminé viéndome tres de
sus últimas propuestas, en un período de tiempo muy corto. Me vi Todo Sobre mi Made (1999), La
Mala Educación
(2004) y Hable con Ella (2002).
En la primera se me mostraba a un padre travesti y a una monja con sida, en la
segunda se me contaba la historia de amor homosexual entre un cura y un niño, y
en la tercera se me hablaba de un enfermero, quien tras violar a una mujer
comatosa, la dejaba embarazada. De manera que este director español poseía una
cierta afinidad por el cine con contenido erótico y algo retorcido, y una
cierta atracción hacia los argumentos bastante macabros, lo cual podría hacer
que uno le sintiera rechazo. Por mi parte, estas tres películas sí me
resultaron algo descabelladas, aunque, no por eso, menos interesantes, puesto que
Almodóvar me había mostrado tener la capacidad y el talento suficientes, como
para hacer de sus historias, atractivas.
Posteriormente, cuando supe de su
última y más reciente incursión en el séptimo arte, enseguida me propuse
chequear, por pura curiosidad, qué puntaje promedio le habría concedido la gente
en el sitio IMDB. Lo cierto es que, hoy 7 de febrero del 2012 La Piel que Habito cuenta con un 7.7/10. Nada
mal, la verdad.
Finalmente, me puse a mirar esta
película, careciendo de noción alguna sobre su temática. La
cinta, entonces, empezó bastante rara, con un Robert Ledgard observando a una
bella chica, su nombre Vera Cruz, (Elena Anaya) a través de la pantalla gigante
de un televisor, mientras que esta ocupaba una amplia habitación, de la que en
ningún momento se la veía salir. Al mismo tiempo, Robert y Marilia (Marisa
Paredes), su empleada, eran presentados como los guardianes a cargo de que la
chica, dentro de su aislamiento, estuviera cómoda,
de que nada le faltara, pero, también, que no tuviera posibilidades de escapar. Y
aquí, todo seguía en misterio. Es que Almodóvar no se apuraría nunca, a la hora
de irme revelanado, poco a poco, los detalles de la historia, cada uno en su
momento y en el orden qué él sabía, sería el más preciso.
La trama de la película comenzaría
luego a desenvolverse, a partir de un plano con enfoque cómico, en el que un
hombre joven y pelado, y vestido en un disfraz de tigre, cruzaba la calle para buscar a Marilia, con quien llevaba tiempo sin verse. Una vez dentro de la
casa, Zeca (Roberto Álamo) vería a Vera, gracias a un televisor en la cocina,
para luego inmovilizar a su madre, atada y amordazada en una silla, y dirigirse, ,rápidamente, a buscar a la cautiva. Es así que, de la mano de Robert, es que
Almodóvar mostraría gran parte del contenido erótico de la película, el cual no
podría hacerse esperar demasiado.
No obstante, no sería sino hasta que
Robert accediera a dejar a Vera salir del confinamiento, que Marilia se daría
el tiempo de ponerla al tanto de los hechos que concernían al dramático pasado
vivido por Robert, primero con la muerte de su esposa, más luego con la
tragedia de su hija Norma (Blanca Suárez). A partir de aquí, la película se iba
a transformar en una constante de flashbacks
y vueltas al presente, conociendo, nosotros en detalle, las circunstancias que
habían llevado hacia la violación de la chica, su posterior internación en una
clínica y la furia de un padre vengativo, convertido, de pronto, en un
secuestrador enmascarado, capaz de cualquier cosa. Almodóvar consigue poner en
imágenes, de manera impecable, lo que ha de ser el dolor de un padre a quien se
ha violentado, lastimándolo en donde más le podría doler, un sufrimiento
incluso mayor que si le hubieran quebrado algunos huesos, para que Ledgard
sacase a relucir lo peor de él como hombre.
Sin entrar demasiado en cuestiones
que sería mejor que uno conociese, no, a través de una crítica, sino por
intermedio mismo de la película, puedo decir que Robert nos dejará bien en
claro hasta que punto ha podido desarrollarse como cirujano y cuan extraordinario
es su conocimiento del cuerpo humano.
En La Piel que Habito, conoceremos el vínculo muy
perturbador que una a Robert con Vicente, y luego, al mismo Robert, pero con
Vera, a quien retenga en una suerte de Gran
Hermano.
Mi puntaje: 9/10