Título: The Adventures of Tintin (Las Aventuras de Tintín)
Año: 2011
Género: Animación, Acción, Aventura
Director: Steven Spielberg
Guión: Steven Moffat, Edgar Wright, Joe Cornish (escrita por), Hergé (serie de cómics "Las Aventuras de Tintín")
Duración: 107min
Reparto: Jamie Bell, Andy Serkins, Daniel Craig, Nick Frost, Simon Pegg
Produc.: Columbia Pictures, Paramount Pictures, Amblin Entertainment, WingNut Films, The Kennedy/Marshall Company, Hemisphere Media Capital, Nickelodeon Movies
Presup: $130 millones aprox
To access the english version click hereAño: 2011
Género: Animación, Acción, Aventura
Director: Steven Spielberg
Guión: Steven Moffat, Edgar Wright, Joe Cornish (escrita por), Hergé (serie de cómics "Las Aventuras de Tintín")
Duración: 107min
Reparto: Jamie Bell, Andy Serkins, Daniel Craig, Nick Frost, Simon Pegg
Produc.: Columbia Pictures, Paramount Pictures, Amblin Entertainment, WingNut Films, The Kennedy/Marshall Company, Hemisphere Media Capital, Nickelodeon Movies
Presup: $130 millones aprox
En Las Aventuras de
TinTín: El Secreto del Unicornio, tras hacerse retratar en una feria
artesanal, Tintín se topa con un vendedor que le ofrece la maqueta de un barco.
El joven periodista se queda con la compra, a un precio que, más tarde, habrá
pasado a sonar excesivamente barato, cuando descubra las increíbles
aventuras que dicho navío le depara y de la fortuna a la que podría llegar a
acceder, al final del camino. No obstante, claro está que nada de esto será de
trámite fácil, cuando deba enfrentarse al temible Ivan Ivanovitch Sakharine,
quien planea sabotear sus planes. Será así que Tintín
deba valerse de la ayuda de su perro Milú, de su nuevo amigo, el capitán
Haddock y de los policías, Hernández y Fernández, dos torpes, pero siempre
bienintencionados servidores de la ley, para salir victorioso.
Con Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio, el célebre
director norteamericano Steven Spielberg se ha puesto, finalmente, manos a la
obra, cumpliendo con su sueño de llevar a la gran pantalla al más reconocido
personaje de historieta de la obra de Hergé, creado en 1929.
Largo rato tuvo que pasar antes de
que este director se pusiera a trabajar en la película, si tenemos en cuenta
que él ya poseía los derechos en 1983. Resulta, asimismo interesante saber,
cómo fue que dibujante y director supieron, cada uno de ellos, acerca del otro.
Por un lado, El Diablo sobre Ruedas
(1971) fue la primera película que Hergé afirmara haber conocido de la
filmografía spielberiana y, según sus propias palabras, la misma le habría
gustado tanto, que desde ese momento procuraría no perderse ninguna otra.
Por el otro lado, Steven Spielberg
conocería al dibujante, luego de que en 1981 estrenara Indiana Jones y el Arca Perdida. En una ocasión en que se encontraba
viendo una crítica francesa, el director notó que en dicho texto se hacía
constante referencia a un tal Tintín, por lo cuál decidió recurrir a alguien que
le tradujera. De inmediato pudo enterarse de que, según la crítica,
su película representaba un claro homenaje a Hergé. Sin embargo, lo curioso del
hecho era que Spielberg nunca había oído de tal individuo, hasta ese entonces. Sería
así que Steven decidiría informarse más al respecto y leer dicho cómic, algo
que desembocaría en su inmediato fanatismo y su posterior adquisición de los
derechos para adaptarlo. Algo que incluso serviría de aún mayor inspiración
para este hombre, sería enterarse de que el propio Hergé lo considerara a él
como el realizador ideal para hacer de su personaje una película. Según las
propias declaraciones del autor: “Si
alguien puede llevar satisfactoriamente a Tintín a la pantalla, es este joven
director americano”. Esto había sido escrito por el caricaturista, poco
antes de morir, en 1983, cuando las
negociaciones entre este y Spielberg, acababan de iniciarse.
De esta manera, y aunque tras un,
algo tardío comienzo, Spielberg finalmente dirigiría el rodaje de la película
en marzo del 2009, en un total de 32 días, para cederle luego el material
grabado a los expertos en efectos especiales, encargados de darle color a un
trabajo hasta entonces, de sólo Captura de Movimiento. Cabe mencionar
que en un principio Spielberg había querido adaptar a Tintín en una película de
acción real, a lo que Peter Jackson tendría que disuadirlo de que una película
con actores de carne y hueso no haría justicia al cómic. La idea de Jackson era
que todos los personajes fueran diseñados en base a esta captura, con la excepción
de Milú, a quien veía mejor, enteramente digital. Es así, que Las Aventuras de Tintín pasaría a ser el
primer filme animado, dirigido por Steven Spielberg.
Pasando ahora a mis propias
observaciones, creo que es importante saber distinguir entre “animación” y
“argumento”. Tras verla, más de una vez cometí el error de expresar en voz
alta: “Es Indiana Jones, pero en dibujos”. Esta afirmación, al final de cuentas,
podría terminar pareciendo negativa, para todo aquel que se considerase
fanático del cómic, además de errónea, si consideramos que Tintín surgió mucho
antes que el arqueólogo y, en cuyo caso, lo correcto habría sido decir: “Es
Tintín, pero con actores”. Pese a esto, he de aclarar que nunca fue mi
intención rebajar esta adaptación cinematográfica de nuestro querido personaje,
como tampoco menospreciar la tetralogía del doctor Jones. La que, en cambio, sí
ha sido siempre, mi intención, era dar a entender que esta aventura, llevada al
cine, guarda un muy notable parecido a las vividas por el personaje de carne y
hueso, interpretado por Harrison Ford. De esta manera, cualquiera que la viera,
ya fuera que se tratase o no, de un fan del cómic, creo yo, debería
contemplarla con la suficiente lucidez, como para notar la indudable similitud
entre ambos protagonistas. Y es que uno debería aceptar que ambos,
cada cual dentro de su universo (uno, un periodista y el otro, un arqueólogo
y profesor de historia), viven sus aventuras bajo el mismo modelo de
circunstancias, como el estar siempre buscando tesoros, al borde de la muerte,
el ser constantemente perseguidos y el estar siempre esquivando balas, por
decir algunos ejemplos.
Fuera de esto, Las Aventuras de Tintín: El Secreto del Unicornio acaba por ser una
película entretenida, para pasar el rato, pero que, en términos de animación,
tanto a nivel de los escenarios, como de los personajes, recuerda mucho a lo
hecho en películas como Avatar (2009)
o Alicia en el País de las Maravillas
(2010). Estas dos, sinónimos de
sobresaliente calidad visual, y en donde las imágenes tridimensionales estaban
dotadas de tal realismo, que incluso se hacía difícil creer que no hubieran sido hechas de
filmaciones reales, sino, imágenes generadas.
Finalmente, pongo a colación lo que
me significó a mi, ver esta película. Y no dudo que me pueda estar expresando
como alguien que nunca ha tocado ni un solo cómic de Hergé y que carezca de un
real entendimiento de la verdadera esencia de su personaje, cuando digo que,
mientras la veía, hubo un momento en el que llegué a pensar: “Esto yo ya lo vi
antes”. Lo que pasa, es que si uno se tomara el trabajo de quitarle a Tintín
todo su misticismo, sería posible pensar que lo que uno está viendo es algo así como una quinta entrega de la franquicia de Indiana Jones,
salvo que adaptada en su totalidad, al formato animado. Entonces, si obviamos
por un instante todo lo que significa el maravilloso arte de la animación (y en
este caso, en 3D), todo podría, perfectamente, reducirse a: joven
aventurero que enfrenta los peores peligros, en busca del más oculto de los
secretos y de la mayor de las recompensas. Visto desde esta perspectiva, Las Aventuras de Tintín acaba siendo
mucho más sobre acción y adrenalina, que sobre un buen argumento, lo que no es,
en realidad, algo malo. Esto simplemente significa, que no hay una intención
de su creador (en este caso, del director) por explorar en el rubro de las
relaciones humanas, porque no es eso a lo que se apunta.
En definitiva, y dicho lo dicho, Las Aventuras de Tintín: el Secreto del
Universo, ya sea que uno la viera en 2D o en 3D, supone el entretenimiento
asegurado, y no serán pocos los que le concedan a Hergé la razón sobre Spielberg.
Mi puntaje: 7/10