sábado, 7 de julio de 2012

"Cómo concebir una buena idea... y una nueva vida"

Título: Maybe Baby (Como hacer bebés)
Año: 2000
Género: Comedia, Romántica
Director: Ben Elton, Hugh Laurie (algunas escenas, sin acreditar)
Guión: Ben Elton (basado en su novela "inconceivable"), Ben Elton (escrita por)
Duración: 104min
Reparto: Hugh Laurie, Joely Richardson, Adrian Lester, Tom Hollander, Matthew Macfadyen, James Purefoy, Rowan Atkinson
Produc.: Pandora Cinema, BBC Films

En Cómo hacer bebés, Lucy (Joely Richardson) y Sam (Hugh Laurie) son una joven pareja que busca, por todos los medios, habidos y por haber, tener un bebé.
Lucy atraviesa ese momento en el que convertirse en madre ha pasado a ser algo absolutamente primordial para continuar felizmente con su vida en Londres, y Sam también ve con buenos ojos la idea de la paternidad. Así y todo, nada de esto quita que sea ella la que muere, realmente, por ser madre. Porque lo que Sam más que nada quiere es que Lucy sea feliz y si un bebé es lo que se requiere, entonces, bienvenido sea este.
Por desgracia, buscar un embarazo, y que a una mujer, de hecho, se le dé, son cosas completamente distintas. A Lucy y a Sam no les toma demasiado, comprender que esto puede ser más complicado y estresante de lo que creían. Tal acaba siendo el esfuerzo porque algún maldito espermatozoide se decida a colaborar, que lo que debía de tratarse del placer de tener sexo, acaba siendo la constante, cansina rutina, por ver si alguna vez tienen suerte.
Este es el concepto que tan hábilmente trabaja Ben Elton, en un guión que está plagado de buenos chistes, los que, si bien, de elevado tono, no dejan nunca de mantenerse elegantes, aunque obviamente, dirigidos hacia un público maduro.
Ya la película empieza con Sam en la BBC, de donde es editor. Allí, él y su amigo y compañero de trabajo George (Adrian Lester) asisten a una reunión, la cual conduce el cretino de Nigel (Matthew Macfadyen), jefe de ambos. Ellos escuchan a su superior desde la última fila, en donde pueden hablar más tranquilos, sin ser escuchados. De pronto a Sam le suena el celular, él se disculpa por el ruido y lo atiende. Se trata de su esposa, quien tal parece, tiene todo controlado y ahora es cuando, según su calendario, está precisando de su pequeño granito de arena. Acá es simplemente genial, como Sam debe escaparse de la reunión para ponerse el casco, subirse a su moto, e ir corriendo hacia la cama. Algo que veremos ocurrir varias veces.
Pero la película está muy lejos de quedar en esto.        
Lucy recurre a un ginecólogo, Mr. James, interpretado por el notable Rowan Atkinson, y quien le hace pasar por un montón de pruebas de fertilidad, de las que tampoco Sam se libra. Todo esto sucede, justo cuando Sam acaba de entrevistarse con el estúpido y excéntrico de Ewan Proclaimer (Tom Hollander), un director de cine cuya idea de un buen guión iba del sexo salvaje y las drogas, y Sam no tardaba en descartarla. Entonces, furioso y con ganas de humillarlo, Nigel lo pasa a la programación infantil. Y es ahora, cuando Sam cree haber llegado a lo más bajo que podía permitirse, que decide, es el momento de cumplir su sueño de escribir. 
Desafortunadamente, la gran idea que le ha surgido es la de escribir sobre sus propios y más íntimos problemas de pareja: su búsqueda de un hijo. A Sam no le costará, prácticamente nada, construir la más exitosa de las comedias y con los chistes más originales, jamás vistos. Lo único aquí malo es que Lucy, quien discrepa con la idea, le había ya, tomado la palabra, de que nunca adaptaría sus propias vidas.
Cómo hacer bebés es una comedia muy graciosa, que pone humor a algo que en la realidad no tendría ni pisca de gracia. También caricaturiza de manera inteligente al mundo del cine y todo ese asunto de cómo se conciben las películas. Donde producir buen arte es sólo un eslabón de toda una gran cadena.

Mi puntaje: 7/10


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