Título: Maybe Baby (Como hacer bebés)
Año: 2000
Género: Comedia, Romántica
Director: Ben Elton, Hugh Laurie (algunas escenas, sin acreditar)
Guión: Ben Elton (basado en su novela "inconceivable"), Ben Elton (escrita por)
Duración: 104min
Reparto: Hugh Laurie, Joely Richardson, Adrian Lester, Tom Hollander, Matthew Macfadyen, James Purefoy, Rowan Atkinson
Produc.: Pandora Cinema, BBC Films
En
Cómo hacer bebés, Lucy (Joely Richardson) y Sam (Hugh Laurie) son una
joven pareja que busca, por todos los medios, habidos y por haber, tener un
bebé.
Lucy
atraviesa ese momento en el que convertirse en madre ha pasado a ser algo
absolutamente primordial para continuar felizmente con su vida en Londres, y
Sam también ve con buenos ojos la idea de la paternidad. Así y todo, nada de
esto quita que sea ella la que muere, realmente, por ser madre. Porque lo que
Sam más que nada quiere es que Lucy sea feliz y si un bebé es lo que se requiere,
entonces, bienvenido sea este.
Por
desgracia, buscar un embarazo, y que a una mujer, de hecho, se le dé, son cosas
completamente distintas. A Lucy y a Sam no les toma demasiado, comprender que
esto puede ser más complicado y estresante de lo que creían. Tal acaba siendo
el esfuerzo porque algún maldito espermatozoide se decida a colaborar, que lo
que debía de tratarse del placer de tener sexo, acaba siendo la constante,
cansina rutina, por ver si alguna vez tienen suerte.
Este
es el concepto que tan hábilmente trabaja Ben Elton, en un guión que está
plagado de buenos chistes, los que, si bien, de elevado tono, no dejan nunca de mantenerse elegantes, aunque obviamente, dirigidos hacia un público maduro.
Ya
la película empieza con Sam en la BBC, de donde es editor. Allí, él y su amigo
y compañero de trabajo George (Adrian Lester) asisten a una reunión, la cual conduce el
cretino de Nigel (Matthew Macfadyen), jefe de ambos. Ellos escuchan a su superior desde la última
fila, en donde pueden hablar más tranquilos, sin ser escuchados. De pronto a
Sam le suena el celular, él se disculpa por el ruido y lo atiende. Se trata de
su esposa, quien tal parece, tiene todo controlado y ahora es cuando, según su
calendario, está precisando de su pequeño granito de arena. Acá es simplemente
genial, como Sam debe escaparse de la reunión para ponerse el casco, subirse a
su moto, e ir corriendo hacia la cama. Algo que veremos ocurrir varias veces.
Pero
la película está muy lejos de quedar en esto.
Lucy
recurre a un ginecólogo, Mr. James, interpretado por el notable Rowan Atkinson,
y quien le hace pasar por un montón de pruebas de fertilidad, de las que tampoco Sam
se libra. Todo esto sucede, justo cuando Sam acaba de entrevistarse con el
estúpido y excéntrico de Ewan Proclaimer (Tom Hollander), un director de cine cuya
idea de un buen guión iba del sexo salvaje y las drogas, y Sam no tardaba en
descartarla. Entonces, furioso y con ganas de humillarlo, Nigel lo pasa a la
programación infantil. Y es ahora, cuando Sam cree haber llegado a lo más bajo
que podía permitirse, que decide, es el momento de cumplir su sueño de escribir.
Mi puntaje: 7/10
Desafortunadamente, la gran idea que le ha surgido es la de
escribir sobre sus propios y más íntimos problemas de pareja: su búsqueda de un
hijo. A Sam no le costará, prácticamente nada, construir la más exitosa de las
comedias y con los chistes más originales, jamás vistos. Lo único aquí malo es que Lucy, quien discrepa con la
idea, le había ya, tomado la palabra, de que nunca adaptaría sus propias vidas.
Cómo hacer bebés es una comedia muy graciosa,
que pone humor a algo que en la realidad no tendría ni pisca de gracia. También
caricaturiza de manera inteligente al mundo del cine y todo ese asunto de
cómo se conciben las películas. Donde producir buen arte es sólo un eslabón de toda una gran cadena.
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