Título: Alien Trespass
Año: 2009
Género: Comedia, Terror, C. Ficción
Director: R. W. Goodwin
Guión: Steven P. Fisher (escrita por), James Swift y Steven P. Fisher (historia)
Duración: 90min
Reparto: Eric McCormack, Jenni Baird, Robert Patrick, Jody Thompson, Dan Lauria, Aaron Brooks, Sarah Smyth, Andrew Dunbar, Sage Brocklebank
Produc.: Rangeland Productions, Accelerator Films
En Alien Trespass, Urp (Eric McCormack), el extraterrestre, se ve obligado a adoptar forma humana para mezclarse entre los habitantes de un pueblo y salvarlos de los Ghota.
Si uno se detuviese a pensar en cómo era el mundo hace seis décadas, se encontraría con una sociedad que era muy distinta de la actual y en la que muchos de los avances que hoy suponemos de uso cotidiano, aún ni existían. Piénsese, por ejemplo, en los teléfonos celulares, las computadoras, o en la posibilidad de salir al espacio e ir a la luna.
Sería en esa sociedad, aún lejana al siglo XXI, en donde surgirían también películas como Con Destino a la Luna (1950), El Ser del Planeta X (1951) o La Mancha Voraz (1958).
Indudablemente, el referirse hoy a ese cine, es hablar de algo primitivo. De la misma manera en que antes, ciertos adelantos tecnológicos ni siquiera eran imaginables, eso era a la par traducible al séptimo arte. Seguramente nadie hubiera sido capaz de soportar las casi dos horas de Alien: el octavo pasajero (1979) de Ridley Scott. Película para la cual, la sociedad tendría primero que pasar por una serie de cambios, tanto sociales como psicológicos. O dicho en otras palabras: el público de los 50s aún debía evolucionar.
Es así que si nosotros, gente del nuevo milenio, viéramos de pronto este cine de antaño, más que asustarnos, de seguro terminaríamos a las risas. Porque lo que antes impresionaba a un adulto, hoy, con mucha suerte, perturbe a un niño. Aunque, teniendo en cuenta todas las posibilidades de consumo audiovisual que tienen ahora los más pequeños, en realidad, la veo difícil.
R. W. Goodwin dirige este producto, del cual, lo único que he podido rescatar, es que se tratara de un fallido homenaje al cine de terror y ciencia ficción, de su juventud. Por lo demás, diría que ha sido un desperdicio.
¿Qué es, exactamente, lo que nos propone? El típico cuentito sobre invasores del espacio, y que aplica todo lo visto en tiempo de nuestros abuelos. Aliens usurpando cuerpos humanos para mezclarse entre nosotros; armas de rayos láser; monstruos de un solo ojo; y jóvenes que dicen la verdad, pero a quienes la policía trata de mentirosos. Por si esto fuera poco, se ve a adolescentes besuqueándose en un auto, cuando ahora los tendríamos haciendo mucho más que eso.
Como ya dije antes, con ella se ha pretendido homenajear al cine de extraterrestres de otra época. Sin embargo, homenajear no debe confundirse con copiar. Y acá, es básicamente eso lo que se logró. Creo que todo tributo debería necesariamente contar con cierto sello personal del director y no ser una mera imitación. Tener algún chiste, o “algo” distintivo, con lo cual se nos dejara claro que no iba a tratarse de una reproducción de idénticas características, en este caso, a las de un cine, ya pasado de moda. Por el contrario, usar en el 2009 un lenguaje que directamente no encaja con las nuevas audiencias, dudo que tenga mucho sentido. ¿Para qué filmar algo así, habiéndolas ya montones de películas del estilo?
A tener en cuenta, es qué sucedería si viajáramos al pasado y la proyectáramos en una sala y en blanco y negro. Se me ocurre que lo único que llamaría la atención, sería el reparto desconocido. Por lo demás, estarían viendo lo acostumbrado.
La manera de narrar Alien Trespass está tan fuera de su tiempo, que resulta en que se vuelva aburrida y predecible, desde su mismo comienzo, y que con esto, todo el suspenso se disuelva de inmediato. Pero repito. Cinco décadas atrás, probablemente habría encantado a los aficionados al género.
Como mucho, pueden destacarse la muy buena reconstrucción de fines de los 50 y la elección en la paleta de colores. Es decir, sólo en esos términos, sobresale. Fuera de eso, no vale la pena.
Mi puntaje: 2/10