Título:
Indocumentados (Undocumented)
Año: 2010
Género:
Terror
Director:
Chris Peckover
Guión:
Chris Peckover, Joe Peterson
Duración:
96min
Reparto:
Scott Mechlowicz, Alona Tal, Yancey Arias, Greg Serano, Kevin Weisman, Peter
Stormare
Produc.:
Sheperd Glen Productions
Presup.:
$1.400.000 millones aprox.
.En Indocumentados, un equipo de
estudiantes documentalistas se une a un grupo de mejicanos, con la intención de
registrar su cruce ilegal a los Estados Unidos.
Travis
(Scott Mechlowicz) es el director; Davie (Greg Serano), el camarógrafo; Jim
(Kevin Weisman) el sonidista; y Liz (Alona Tal), la productora. Estos cuatro
amigos han decidido seguir desde muy cerca un intento de emigración. Está claro
que para ellos, el fin justifica los medios.
Poco
antes de partir, el equipo conoce a Alberto (Yancey Arias), uno de los
interesados en marcharse. Hechas las presentaciones, Alberto le habla a la
cámara. Este hombre, que está a punto de infringir la ley, sonríe mientras
cuenta su historia, feliz por la oportunidad que mañana se le abre. Su relato
se resume a un gran deseo por concederle una mejor calidad de vida a su esposa
e hija.
Antes de
que presenciemos qué es lo que les depara, tanto a realizadores como a mejicanos,
rápidamente se nos habrá planteado esta problemática político – social tan
compleja. La misma, probablemente muy difícil de entender, si uno no ha nacido
en alguno de estos dos países norteños.
Durante
la entrevista, Alberto en ningún momento se muestra sobrador, y en cambio, su
alegría es sincera. Con esto, lo que quiero decir es que seguramente este
individuo jamás haya querido llegar a eso, de poder evitarlo. Su situación, sin
embargo, lo acabaría obligando a tener que recurrir a esas medidas. Si es o no,
justificable, eso ya es otra cosa. Yo, por supuesto, sólo lo expongo,
consciente de que es mucho más fácil decirlo desde afuera, cuando no se está en
alguno de los dos bandos.
El equipo
de filmación sigue entonces los pasos de estos ilegales. Con ellos, primero
atraviesan un túnel subterráneo. Luego se suben a un camión, de donde antes les
hicieran juegos de luces. Una vez que están todos arriba es cuando los riesgos
se incrementan, hasta que la suerte los abandona.
Indocumentados lleva al extremo, y a sus últimas y más impensables consecuencias, el rechazo hacia el
intruso. Lo normal, en un caso de esta índole, sería acabarse uno encontrando
con la patrulla fronteriza. En este caso, eso sería hasta motivo de risa. En
vez de cuerdos cumplidores de la ley, lo que se encuentran es a una banda de
patriotas encapuchados, que se toman la infracción demasiado a
pecho. Su líder es el temible Z (Peter Stormare), un sádico para quien el cruce
no permitido significa que merecen una pena.
Cuando
documentalistas y mejicanos son hechos prisioneros, la situación para los
hispano hablantes es la peor, ya que bien podrían acabar siendo torturados al
más puro estilo de Hostal
(2006). En cambio, para el equipo de estudiantes, Z ya ha reservado otros
planes. Puesto que son realizadores, de que filmen sus atrocidades al pie de
la letra dependerá si él acaba o no, con ellos. Pero lo que sí queda claro a
todos, es que con esos encapuchados no se juega. Es que Z ya posee en sus
instalaciones toda una colección de ilegales, a quienes tiene atrapados y en
condiciones inhumanas.
Hay en la
película dos escenas que sobresalen por su crueldad. En una, vemos cómo Z le
concede la libertad a Selina (Lorél Medina), la hija de Alberto, y quien debe despedirse inmediatamente de sus
padres y salir disparando, si quiere salvarse. Z le dice a la niña
qué camino ha de seguir, pero consciente de que el miedo acabará por jugarle
una mala pasada. Más tarde, en un fallido intento de escape, los jóvenes
logran ver cómo la pequeña había acabado enredándose en los
alambrados de púa que rodeaban la zona. Una imagen realmente cruda y
desalentadora, y más para Alberto.
En otra
escena, Alberto es sentado delante de una bandera estadounidense desplegada y
obligado a responder correctamente a algunas preguntas de historia americana.
Por cada respuesta que no sepa, su esposa será severamente castigada. La
escena en sí busca generar dolor, aunque también hace, nuevamente, referencia a
cuestiones políticas.
Al final, Indocumentados es una entretenida película de horror,
que toma esta problemática social de siempre, y trata de imaginarse cómo sería
si hubiese reprimendas más extremistas.
Mi
puntaje: 7/10