lunes, 23 de julio de 2012

"Está lloviendo, y no son gotas"

Título: Shoot ‘Em Up (Matar o morir)
Año: 2007
Género: Acción, Comedia, Crimen
Director: Michael Davis
Guión: Michael Davis
Duración: 86min
Reparto: Clive Owen, Paul Giamatti, Monica Bellucci, Stephen McHattie
Produc.: New Line Cinema, Angry Films
Presup.: $39 millones aprox.

En Matar o morir, Smith (Clive Owen) es un misterioso y solitario pistolero quien, sin quererlo, se ve intentando desbaratar una conspiración en el gobierno.
Smith está tranquilo. Disfruta de uno de sus pocos placeres, comer zanahoria, mientras descansa en un banco en la vereda.
De pronto, Smith se ve enfrentando un panorama poco usual. Una joven embarazada (Ramona Pringle) aparece corriendo, muy agitada y sigue de largo hacia un callejón. Cualquiera que la viere no habría dudado en ayudarla. Esto, sin embargo, no parece afectar a este hombre, que no da señales de ir a hacer algo. No hasta no ver que la dama es perseguida por alguien armado y con cara de pocos amigos. Ahí recién, es que hace cambiar sus prioridades. Pero no, sin antes darle un mordisco a su alimento vitamínico.
Smith sigue a víctima y atacante al callejón, aún cuando él mismo se encuentra desarmado. Segundos más tarde, el delincuente ya tiene a la joven en la mira, a punto de liquidarla, instante en el que aparece Smith. En medio de una balacera, Smith se las ingenia para llevar adelante un trabajo de parto, tras el cual enseña a la madre un rincón que el cree seguro, pero no lo es, para ella y para su hijo. Mientras tanto, él seguirá procurando salvarles a ambos el pellejo.
La escena inicial nos muestra a este buen ciudadano, poniéndolo de primera, entre la espada y la pared. El resultado acaba siendo la feroz persecución entre un hombre y un batallón de asesinos a sueldo, todos ellos liderados por el temible Hertz (Paul Giamatti), quien, si no te quiere, te lo dice, pero con el gatillo.
Hay mucha acción y muchos tiros. Y un sujeto tan genial, que hasta se hace con un arma ajena para su beneficio. Luego, para terminar con la primera escena adrenalínica no podía faltar el espectacular salto desde una terraza, hasta un apartamento, que Smith hace con el pequeño en brazos. Es de esas circunstancias en las que sólo faltaría que el malo gritara algo como: “¡me vengaré!”, pero que, por suerte, no pasa.
A medida que la trama avanza, el pasado de Smith no es, necesariamente, demasiado importante, aunque sí conocemos algunos detalles desmotivantes.
Acá lo que tenemos es a un tipo que se ha metido en donde no debía, pero quien, casualmente posee amplio conocimiento del uso y anatomía de las armas de fuego, técnicas de combate o vías de escape. Por qué, no decirlo: una suerte de MacGyver. Y todo por querer salvar a un recién nacido, que al final, sí, se ha quedado huérfano.
Partiendo de esta premisa es que fluye todo el resto, en donde cada situación es una constante de disparar y recibir disparos, y en donde sin importar, que sean decenas de asesinos contra uno solo, nuestro héroe es siempre quien sale con las de salir victorioso.
Debe destacársele al director, el que todas las escenas funcionaran a base de tiros, con metralletas o pistolas, y sin recurrir a otros elementos. Conjuntamente, Davis lleva a su héroe al extremo, pero sin hacer el ridículo. El que, sí, fuera, por ejemplo, el caso del Darius Stone de XXX 2, quien hacía andar un vehículo sin llantas sobre una vía de tren, lo cual ya era un exceso.
Con esto lo que estoy diciendo es que es sabido que un director pueda, y muchas veces “deba” tomarse ciertas libertades para con sus personajes, aunque siempre, considerando que “tiene”, también, que haber un límite marcado.
Davis no se olvida tampoco, del componente femenino. Donna Quintano (Monica Bellucci) es una prostituta que acaba siendo el único apoyo de Smith y que permite que haya un componente erótico y romántico.
Matar o morir es acción y balazos, de principio a fin. Es, el bueno contra el malo. Ambos construidos bajo los típicos estereotipos, pero acá, contando con el buen toque de Michael Davis. Quien, si bien no descubrió la pólvora, ciertamente, supo usarla.

Mi puntaje: 5/10


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