Título: Robocop
Año: 2014
Género: Acción, Crimen, C. Ficción
Director: José Padilha
Guión: Joshua Zetumer (guión), Edward Neumeier y Michael Miner (guión de
1987)
Duración: 117min
Reparto: Joel Kinnaman, Gary Oldman, Michael Keaton, Abbie Cornish,
Jackie Earle Haley, Michael K. Williams, Jennifer Ehle, Jay Baruchel, Samuel L.
Jackson
Prod.: Metro-Goldwyn-Mayer (MGM),
Columbia Pictures, Strike Entertainment
Presup.: $100 millones aprox.

Comparando la original con esta,
Padilha definitivamente retoca el argumento para más. Da a la familia de Alex Murphy (Joel Kinnaman) mucho mayor protagonismo que antes, haciendo de Clara (Abbie Cornish) una esposa insistente, que se niega a abandonar a quien ya ni siquiera parece ser su Alex. Además llena a la película de polémica, por el alto control que tiene Omnicorp sobre la mente y cuerpo de su nuevo policía. Acá hay hecho un planteo sobre la posibilidad de que, algún día, ya no fuéramos nuestros propios dueños.
Esta Robocop nos sitúa en el 2028, en donde la empresa americana
Omnicorp ha estado vendiendo al extranjero lo último en protección para los ciudadanos, y que aún no comercializa en el mercado yanqui.
Lo malo es que vemos su funcionamiento desde las calles de Teherán (Irán), en
donde los rostros de la gente son más de miedo que de tranquilidad. Un
iraní con explosivos, dejándose caer sobre una de estas maquinas es lo que
faltaba para remarcar la idea de terrorismo, tan asociada a los países de Asia
Occidental.
Pero Raymond Sellars (Michael Keaton), director general de Omnicorp, pretende, sí o sí,
insertarse en el medio local. Para esto primero tiene que enfrentarse a
quienes se oponen a que máquinas, sin sentimientos ni valores, patrullen las
calles. La clave para expandirse recae en la creación de policías, mitad robots,
mitad humanos y en donde Alex Murphy es el mejor candidato. Gracias a su esposa
Clara, quien no quiere perderlo, Omnicorp puede dar a un hombre, casi muerto,
una segunda chance.
Cuando, tras la explosión, Alex despierta y ve que es Robocop, es donde
la remake le gana terreno a la original. Padilha habla de cosas que hoy podrán
ser de ciencia ficción, pero que muy pronto podrían ser realidad.
Al igual que la de Verhoeven, esta Robocop también tiene su lado
netamente policial, con nuestro vigilante a los tiros. Sin embargo acá se ahonda mucho más, en todo lo que la empresa es capaz de hacer para salir ganando, aunque signifique ser anti éticos y mentirosos.
La película pone en tela de juicio en dónde es que empieza el
hombre y termina el robot, en dónde empieza el padre y esposo y termina el
policía, o qué es de los derechos de Murphy cuando ya no puede decidir por él mismo.
Padilha se toma, a su vez, libertades, como ser incoherencias en la
manera en que Murphy resuelve su intento de homicidio. Con eso, lo
único que hace es enseñar aspectos de Robocop, que nunca antes se no habían mencionado
que tenía y que tampoco encajan.
Mi puntaje: 7/10