Título:
Henry Poole is here (El milagro de Henry Poole)
Año:
2008
Género:
Comedia, Drama
Director:
Mark Pellington
Guión:
Albert Torres
Duración:
99min
Reparto:
Luke Wilson, Radha Mitchell, Adriana Barraza, Morgan Lily, Rachel Seiferth,
George Lopez, Cheryl Hines, Richard Benjamin
Produc.:
Overture Films, Lakeshore Entertainment, Camelot Pictures
En
El Milagro de Henry Poole, Henry
(Luke Wilson) es un hombre, profundamente deprimido, que se niega a creer en que
en la pared trasera de su casa haya podido aparecer la imagen de Cristo.
Henry, en su depresión, sólo
desea abonar la compra de su nueva propiedad y que se lo deje sufrir
en paz. De lo primero que sabemos es que algo malo le está pasando, pero no es
hasta más adelante que descubrimos de qué se trata.
Un día, Henry se encuentra en el
interior de su casa, cuando de pronto, al mirar por una ventana reconoce a
Esperanza (Adriana Barraza), una vecina. Por algún motivo ella se halla en su
jardín, frente a la pared trasera de su patio. De inmediato, Henry sale a
buscarla, momento en el que se percata de que la mujer a cruzado al patio de al
lado. Nosotros, que antes la habíamos visto persignarse, ahora comprobamos cómo
ella habla por teléfono, alterada.
Henry entonces se acerca al muro
que separa los jardines y en un tono muy tranquilo pregunta a Esperanza que
hacía antes, detrás de su casa. Para responderle, la mujer lo invita a que la
acompañe, a lo que, instantes más tarde, los tenemos a los dos, mirando
detenidamente a una pared, en donde hay una mancha.
Esperanza contempla esta mancha
con el mismo asombro de alguien que acabara de encontrar petróleo. Henry, por
su parte, está seguro de estar viendo sólo mugre. Esperanza es una mujer muy
creyente y en cambio Henry, un completo ateo. Para ella, lo que tiene ante sus
ojos es el rostro de Jesucristo y un verdadero milagro, pero para Henry eso no es nada.
Hasta aquí, ambos puntos de
vista son perfectamente respetables. Sin embargo, la situación se habrá complicado
cuando Esperanza se pase de la raya.
Henry, que había querido que en
su casa lo dejaran tranquilo, empieza a ser molestado por su vecina. Esperanza,
empeñada en hacerle entender que lo que hay en su pared es una señal divina,
una y otra vez, insiste en aparecerse. Primero vuelve a la casa con el Padre Salazar
(George Lopez), y luego lo hace en varias ocasiones, con distintos vecinos.
Todos ellos, necesitados de la ayuda del Todopoderoso.
Al mismo tiempo, Henry conoce a
la joven Patience (rachel Seiferth), cajera del supermercado al que él frecuenta, y a Dawn Stupek (Radha Mitchell) y
su hija Millie (Morgan Lily), de quienes ahora es vecino de puerta. Las tres serán
elementos importantes, que hagan avanzar la historia.
Una noche, Millie cruza al
patio de Henry y toca la mancha. Al instante, la niña ha recuperado
el habla, puesto que ella no pronunciaba palabra desde que su padre la
abandonara. Por cierto que, ¿quién la había incentivado a ir a tocar la pared
y a sabiendas de que a Henry eso no le gustaría? Esperanza Martínez. Ya, a estas alturas,
parecería que el mundo estuviera conspirando en su contra.
Por si esto fuera poco, a
Patience también se le da por tocar la pared, a lo que, de repente, la chica
afirma haber, milagrosamente, recuperado su buena vista y ya no precisar
anteojos. Para el pobre Henry ya todo esto es el colmo y trata de que todos le
entiendan que esos “milagros” no son más que puras coincidencias. Hechos
afortunados que han tenido que, casualmente ocurrir, justo cuando ambas acababan
de tocar la pared.
Toda una comunidad de creyentes
acaba convirtiendo a su patio en una especie de sitio sagrado y llenando la
pared de ofrendas. Sin importar que se trate de una propiedad privada, todos
aprovechan la oportunidad, sin que a ninguno se le ocurra considerar,
que la libertad de uno termina en donde empieza la del otro. Esto es decir que
si Henry quisiera, podría perfectamente denunciarlos a la policía.
En la película se llega a un
punto en donde Esperanza insiste a Henry, sobre que él mismo toque este
supuesto rostro de Jesucristo, para liberarse de su depresión. Henry entonces
rechaza esta posibilidad, aún negándose a creerle. Pero ahora, con mayor
dificultad, ya que queda claro que lo hace, más por miedo a lo desconocido,
que por cualquier otra cosa. Estos tan llamados "milagros" que él ha presenciado, han empezado a
dificultarle, cada vez más, mantener un escepticismo que, de todos modos, se
rehúsa a dejar.
El milagro de Henry Poole no empieza de mal modo. Primero Henry conoce a Dawn y a Millie, y más tarde, surge el
asunto religioso. Acá, la
película ya tiene a un personaje principal con un buen conflicto,
y cuya única negativa sería toda esa parte sentimental con sus vecinas Stupek,
que puede que aburra un poco.
No obstante, lo que tenemos, al
final, es más que nada un gran filme publicitario de la religión cristiana y en
donde el director nos dice que, encontrando la fe es cómo podríamos liberarnos
de todo nuestro sufrimiento, y Henry, también del suyo. Con personajes que
intentan darnos las razones por las cuales, según ellos, es bueno y necesario
creer en algo. Cuando lo correcto hubiera sido plantearnos la idea de la religión
como sólo una posible alternativa y a elección de cada uno.
Acá no se quiere que uno lo piense y elija el
camino que más le guste, sino que nos inclinemos por el camino
de la fe. Se trata de un mensaje que, en gran medida, podría ofender a muchos.
Mi
puntaje: 3/10