lunes, 27 de febrero de 2012

"El Señor de los anillos: pero, sin anillos"

Título: Mi Primera Boda
Año: 2011
Género: Comedia, Romántica
Director: Ariel Winograd
Guión: Patricio Vega
Duración: 102min
Reparto: Natalia Oreiro, Daniel Hendler, Martín Piroyanski, Muriel Santa Ana, Clemente Cancela
Produc.: Film Suez, Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (INCAA), Luz Libre Producciones, Televisión Federal (Telefé), Tresplanos Cine, surDream Productions

En Mi Primera Boda, Adrián (Daniel Hendler) debe hacer todo lo que tenga a su alcance para atrasar la ceremonia de su casamiento con Leonora (Natalia Oreiro), luego de que, por los nervios, perdiera ambas alianzas.
Adrián es judío y Leonora, católica. En principio tendrían que haber elegido entre una de las dos religiones, para llevar a cabo el ritual en el día de su matrimonio. Sin embargo, gracias a ciertas amistades, que no vienen al caso, ambos consiguieron dar, tanto con un sacerdote judío, como con uno cristiano, que no tuviesen inconvenientes en compartir la condición de anfitriones de la ceremonia. Partiendo de esta infrecuente situación y de otras situaciones, con las mismas características, será como esta comedia funcione y sepa mantenerse lejos de los chistes decadentes.
Por si sus diferencias en el plano religioso fuesen poca cosa, sumémosle a esto que él es un tipo manso y de carácter muy suave, y en cambio ella, una mujer de fuerte temperamento. Esta diferencia de caracteres es la razón de que todo suceda en la película, cuando Adrián queda aterrado, cuando su torpeza le hace perder ambas alianzas, si bien uno llega a ver como evidente que entre ellos hay un amor verdadero. Luego Adrián debe hacer todo lo posible por evitar que los maestros de ceremonia lleguen en hora a la fiesta, básicamente porque entiende que si su novia se entera de su accidente, lo estrangula.
¿Qué hacer para ganar tiempo? se pregunta el novio. Adrián se monta a caballo, galopa hasta un cartel, que indica el camino hacia la estancia y lo gira para confundir al chofer del remise.
De vuelta en el jardín de la estancia, Adrián ahora le cuenta a su primo Fede (Martín Piroyanski), joven de pocas luces, del lío en el que se acaba de meter y ambos se ponen en marcha a la búsqueda de la preciada alianza de Leonora.
En esta película uno tiene, además, la suerte de divertirse, no, con uno, sino con varios de los invitados. Este es el caso del tío Lázaro (José “Pepe” Soriano), quien no deja de pedirle mariguana a Adrián, o el caso de Inés (Muriel Santa Ana), joven lesbiana que no tarda en ficharse a otra chica. Y también está el caso de Esteban (Clemente Cancela), quien, aunque bastante mayor que Leonora, tuviera años atrás un amorío con ella, cuando él era docente y ella su alumna, y a quien le ha dado la cara para aceptar la invitación, apareciéndose en la fiesta y actuando como un cínico.
Finalmente, perdidos, camino a la estancia, tenemos al Padre Patricio y al Rabino Mendl, ambos divinamente interpretados, ni mas ni menos que, por Marcos Mundstock y Daniel Rabinovich, mejor conocidos por su excelente participación en el conjunto humorístico Les Luthiers. La actuación de estos dos hombres, que ya de por sí poseen una calidad propia para hacernos reír, nos lleva a preguntarnos, si acaso no habrán escrito sus propios diálogos. Tomando a cada una de sus religiones como punto de partida, hacen pasar el tiempo intercambiando distintas apreciaciones, con las que bromean muy finamente.
De modo que Mi Primera Boda trabaja un triple paralelismo (el novio, la novia y los sacerdotes), y va saltando de uno a otro, para que veamos cómo Adrián se enreda cada vez más; cómo Leonora empieza a cuestionarse si aún quiere casarse y cómo los dos hombre religiosos conviven, sin mayores quejas, por el retraso de su llegada.
Pasando brevemente a los aspectos fallidos, es cierto que, si bien el asunto de la alianza perdida es un buen material para explotar, llega un momento en el que el chiste se desgasta. Ya cuando Adrián y Fede llevan largo rato buscándola y encima pierden la otra, el dilema del anillo ya se dilató demasiado, dejando en evidencia que la creatividad se estancó ahí. Nosotros debemos conformarnos con lo que vemos, y por consiguiente esta comedia no pasará de ser una del montón.

Mi puntaje: 6/10 


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