domingo, 25 de diciembre de 2011

"Hablale a mi mano"

Título: The Beaver (El Castor)
Año: 2011
Género:Drama
Director: Jodie Foster
Guión: Kyle Killen
Duración: 91min
Reparto: Mel Gibson, Jodie Foster, Anton Yelchin
Produc.: Summit Entertainmet, Participant Media, Imagenation Abu Dhabi FZ, Anonymous Content
Presup.: $21 millones aprox.

En El Castor, Walter Black (Mel Gibson) es un hombre depresivo, quien tras mudarse de la casa en la que vivía con su familia, encuentra un títere de castor, el cuál empleará para comunicarse con la gente que lo rodea.
Walter, excelentemente interpretado por Mel Gibson, padece una depresión severa, de la que ningún tipo de ayuda ha podido liberarlo. Si bien en la película no se revelan detalles médicos, está claro que basta con que entendamos que los trastornos psicológicos de Walter son tales que, es absolutamente incapaz de llevar adelante el rol de padre de familia. De ahí que, cuando Meredith consigue que se vaya a vivir solo, el mayor de sus hijos, Porter (Anton Yelchin), se muestra satisfecho ante la idea de no tener que ver más a ese “perdedor”. Ya por las suyas, una noche en la que Walter acaba de comprarse unas cuantas botellas de alcohol, abre la valija de su auto, mira en su interior y decide deshacerse de algunas cosas. Justo hay un contenedor de basura, a pocos metros. Walter arroja allí algunas pertenencias y es, entonces, cuando se topa con un castor de peluche. Curioso hallazgo que en un principio parecería no llamarle la atención, pero en seguida vemos, que la realidad es distinta. De vuelta tras su vehículo, Walter contempla el contenedor para, solo segundos después, acercarse a recoger el peluche. Una vez en sus manos, Walter mira al castor a los ojos, con la expresión de alguien que se pregunta qué hará una cosa como esa entre tanta porquería. En la escena siguiente, comprobamos la magnitud del dolor que siente Walter, quien incapaz de soportar su situación, se rinde a la bebida mientras lloriquea, con una botella en una mano y el castor enfundado en la otra. Pero eso no es todo. Walter usa su corbata para ahorcarse con el  caño de la ducha. Salvo que, por su peso, caño y cortina caen con él en la bañera, como si su baño quisiera decirle que el suicidio no es aceptable. Su última alternativa es probar con algo que no pueda fallar. Walter, castor en mano (caño y cortina al cuello), sube al muro de su balcón... Y de pronto escucha la voz del “castor”.
Ante la sorpresa, Walter se tambalea hacia atrás, entrando a su cuarto a los tropezones, cayendo al suelo, llevándose al televisor consigo y quedando inconsciente.
Cuando, rato más tarde, Walter despierte, él ya no se comportará de la misma forma.
Luego, cuando Meredith va a buscar a Henry Black (Riley Thomas Stewart) al colegio, le dicen que ya ha ido a buscarlo el padre. Asustada, Meredith conduce a su casa para encontrarse con un hombre, que se comunica con su hijo por intermedio de un títere. Es así que, ante una Meredith confundida, Walter le entrega, rápidamente, una tarjeta en la que reza: “La persona que le entregó esta tarjeta está bajo el cuidado de un títere preescrito, designado para crear una distancia psicológica entre él y los aspectos negativos de su personalidad”.
Al principio, vivir con un padre/marido que se comunica con el mundo a través de un peluche parlante, en cierta medida llega a tener lo suyo, ya que, por primera vez en mucho tiempo, Walter parece feliz y hasta es un tipo gracioso. Solo que las apariencias engañan.
A medida que uno avanza con la película, puede verse como Walter ha vuelto a funcionar a la par de todos, pero debido a un títere que, si bien, escena a escena pareciera tratarse de su terapeuta personal, es en realidad su manera de distanciarse del mundo. En cuanto a su castor, resulta tan divertido y simpático, además, con su aire intelectual y su acento británico, que es increíble pensar que, ni siquiera tenga vida propia y que no sea uno más de los intérpretes de la cinta. El problema es, sin embargo, que ningún ser humano puede pasarse la vida hablando con un títere en la mano.
En El Castor se combinan una muy buena fotografía, la gran labor, sobre todo de Mel Gibson (cómico, al que nunca vimos tan triste), sumadas a un guión excelente, en donde, inteligentemente se nos muestra, cómo cada miembro de la familia Black digiere y reacciona, todo lo que le ocurre al padre. Esto permite que nos adentremos con interés y curiosidad, en los conflictos internos de un perturbado Walter Black.

Mi puntaje: 9/10


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"Esa cosa que no es"

Título: The Invention Of Lying (La Invención de la Mentira)
Año: 2009
Género: Comedia, Fantasía, Romántica
Director: Ricky Gervais, Matthew Robinson
Guión: Ricky Gervais, Matthew Robinson
Duración: 100min
Reparto: Ricky Gervais, Jennifer Garner, Jonah Hill, Louis C. K., Jeffrey Tambor, Rob Lowe, Tina Fey
Produc.: Warner Bros. Pictures, Radar Pictures, Media Rights Capital, Lin Pictures, Lynda Obst Productions, Wintergreen Productions
Presup.: $18,5 millones aprox.

La Invención de la Mentira nos adentra en una realidad alternativa, en la que en pleno siglo XXI, el ser humano no es capaz de mentir, pero no porque considere que mentir sea algo malo, sino, directamente, porque dicho concepto aún no se ha inventado.
En este mundo en el que absolutamente todos dicen la verdad todo el tiempo, tenemos a Mark Bellison, un tipo, no muy atractivo, no muy exitoso y que está a punto de quedarse sin empleo. La película empieza cuando Mark conoce a Anna McDoogle (Jennifer Garner), chica con la que va a tener una cita. No bien ambos se ven la cara, Anna no se lo piensa dos veces, antes de decirle, exactamente, lo que le pasa por la cabeza. Anna va directo al grano, comentándole que no lo encuentra atractivo y que ya puede irse olvidando de la idea de que haya sexo. Y así, verdad tras verdad, es como transcurre una noche muy particular, aunque no por eso incómoda, dado que la verdad absoluta, expresada en todo momento, ya los tiene a todos acostumbrados.
De este modo y acabada la cita, conocemos, también, el ambiente laboral de Mark y así, cada una de las verdades que sus compañeros no dudan en decir en vos alta. Desde Shelley (Tina Fey), secretaria de Mark, quien no tiene reparos a la hora de repetirle, incansablemente, que hoy, muy seguramente vayan a despedirlo, o sobre lo mal que él le cae a ella. En seguida conocemos también a Brad Kessler, (Rob Lowe), su principal competidor guionista, quien en el correr de pocos minutos le dirá cuanto le desagrada también a él, cuan contento lo pone saber que lo van a echar, además de cuan amenazado se ha sentido siempre ante su presencia. Siguiendo a estas presentaciones, Mark es luego, definitivamente despedido por su jefe Anthony (Jeffrey Tambor).
Una vez puesto a un costado este ambiente de oficina, pasamos a conocer algunos otros detalles de su vida privada, como que su madre Martha (Fionnula Flanagan), internada en un geriátrico, sufre una enfermedad terminal, o sobre que Mark reside, al menos, momentáneamente, en un apartamento que él alquila. A eso, cuando su arrendatario se aparece pidiéndole los 800 dólares mensuales de pago, Mark tiene que ingeniárselas para evadir y posponer, su parte del acuerdo.
Lo cierto es que, en pocos minutos de película, el guión escrito por Gervais y Robinson es efectivo en su objetivo de mantenerlo a uno compenetrado con la historia, esto debido al hecho indiscutible, de que uno no pueda dejar de preguntarse el cómo será vivir en un mundo en el que no se conoce una sola mentira.
Todo dará entonces un giro, cuando Mark deba recurrir al banco por el dinero del alquiler. El problema, aquí, es que Mark sólo dispone de 300 dólares en su cuenta, suma que no es suficiente para evitar su desalojo. Entonces, Mark llega a la caja, pero antes de que pueda decir nada, la chica le hace saber que el sistema se ha caído y que no tienen forma de procesar los datos en las computadoras. No obstante, aquí es en donde Gervais y Robinson debieron de ponerse de acuerdo cuando escribían el guión, ya que ambos han coincidido en que se tomaran ciertas libertades narrativas, porque como todos bien sabemos, jamás un banco extendería dinero a un cliente, sino se ha chequeado antes en las computadoras. La joven opta por decirle a Mark, igualmente, que le diga cuánto dinero quiere sacar, desconociendo si su cliente posee dicha cantidad. Y acá es cuando ocurre el hecho que habrá de cambiar el rumbo de la historia. Mark debería pedirle sus escasos $300, pero muy adentro en su cabeza resuena el número 800 y esa es la cantidad que él pide. Dicho ya el número en voz alta, sucede lo inesperado y el sistema vuelve a ponerse en marcha, algo que preocupa a Mark, porque ha dicho algo que no debía, ha dicho una “mentira”. Aunque él mismo desconozca, si quiera, esa palabra. Entonces, la joven mira en su computadora, en donde reza $300, pero si Mark le ha dicho $800 (y dado que estamos en un mundo en el que mentir no existe), por ende tiene que haber habido un fallo en el sistema. Conclusión: debe extenderle esos $800 al cliente.
Cuando Mark sale victorioso del banco, podemos ver en su rostro la expresión de un individuo que parece que hubiera descubierto la pólvora, y es que, no es para menos. Mark acaba de hacer algo que ningún otro ser humano en la faz de la tierra ha hecho jamás y que además  le supone todo un universo de nuevas posibilidad, gracias a  la mentira. O mejor dicho, y a falta de un nombre para este nuevo concepto, gracias a: “decir algo que no es”.
Mark empezará a “decir cosas que no son”, para así probar a la gente y conocer cuan amplio es el repertorio de opciones que decir “aquello que uno debe” le abriría. Lo que entonces, ocurre, es que la gente, por desconocer completamente este concepto, termina creyéndole absolutamente todo lo que Mark les diga y en la película se muestran algunos ejemplos muy divertidos.
Sin embargo, la cinta se ha valido del momento detonante del retiro del dinero para que este se ramificara en dos nuevas situaciones claves. Por un lado, una vez que Mark aprende a mentir, consigue por varios medios hacerse con grandes cantidades de efectivo, lo que implica que ya no será más un perdedor y que Anna, la chica de la cita, y quien quería como pareja a un hombre atractivo y adinerado, podría ahora verlo, al menos parcialmente, de otro modo. Así es que Mark vuelve a llamarla y, perseverando, obtiene una segunda cita. De más está decir que, tratándose La Invención de la Mentira de una película original, argumentalmente hablando, pero asimismo de las que buscan (y no está mal) cerrar con el típico final feliz, para dejar sobre todo al público femenino contento, uno debe entender cómo, evidentemente, será el futuro entre Mark y Anna.
Y lo otro de lo que se habla en esta película, y que será para el gusto de muchos, y para el disgusto de otros tantos, es la religión. No se, en realidad, si alguno de los guionistas/directores de esta peli será ateo o agnóstico, pero sea cual sea su inclinación religiosa, aquí critican, fuertemente, a la iglesia. Lo hacen en una escena en que la madre de Mark, a punto de estirar la pata, se muestra aterrada ante la idea de morir, argumentando que ese será su final definitivo. Entre lágrimas y sufriendo por su madre, Mark tiene una idea. Mentirle y darle a creer en la existencia de la vida después de la muerte, en donde la espera un ser que vive en los cielos, etc., etc. En la película se juega mucho con la idea de Dios, tomándoselo para la burla, e incorporando conceptos, tal vez hasta absurdos que, que yo sepa, no han llegado a formar parte de ninguna de las religiones hasta la fecha, como el de la posibilidad  de que cada uno que muera tenga un castillo propio en el paraíso.
Sobre este aspecto, uno, creyente o no, podrá ofenderse, o en cambio ser, lo suficientemente maduro, como para reírse del asunto y decirse que es sólo una película. Pero eso irá en cada persona.

Mi puntaje: 7/10


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viernes, 23 de diciembre de 2011

"El mal, encontrado por error"

Título: Tucker and Dale vs Evil (Tucker and Dale contra el Mal)
Año: 2010
Géneros: Comedia, Terror
Director: Eli Craig
Guión: Eli Craig, Morgan Jurgenson
Duración: 89min
Reparto: Tyler Labine, Alan Tudyk, Katrina Bowden
Produc.: Reliance Big Pictures, Loubyloo Productions, Eden Rock Media, Gynormous Pictures, Kintop Pictures, Urban Island, Alberta Film Development Program of the Alberta Government, National Bank of Canada TV and Motion Picture Group, T&D Productions

Tucker and Dale vs Evil empieza cuando dos amigos, Tucker (Alan Tudyk) y Dale (Tyler Labine), quienes viven en una zona montañosa de los Estados Unidos, deciden ir a pasar sus vacaciones a una cabaña que tienen en Virginia. A partir de ese momento conocerán a un grupo de adolescentes, quienes, llevados por un gran malentendido, acabarán tomando a estos vacacionistas por psicópatas.
Esta es una película que reune elementos, tanto del terror, como de la comedia, mezclándolos de manera inteligente y divertida, en una especie de "híbrido" de ambos géneros. Incluso, y para el gusto de las damas, hasta tiene sus toques románticos.
Toda la confusión comienza cuando Allison (Katrina Bowden) cae accidentalmente en un arroyo, golpeándose la cabeza contra una roca y cuando está a punto de hundirse, inconsciente, es rescatada por Dale y por Tucker, que la suben a un bote. Sin embargo, uno de los amigos de Allison, viendo a los rescatistas desde demasiado lejos, rápidamente los convierte en criminales. Es así que este grupo de tontos adolescentes iniciará una batalla campal para liberar a su, supuestamente, pobre amiga indefensa, de las manos de los dos, también, supuestos asesinos.
Creo que lo más destacable a mencionar es el cómo los realizadores se las ingeniaron para crear distintas situaciones que, sin ser terrorifícas, en lo más mínimo, lograran parodiar al género del terror, pero sin dejar por eso de brindarnos momentos de buen morbo. En una de las escenas, por ejemplo, vemos a uno de los adolescentes siendo descuartizado... Pero quién hubiera imaginado que verlo morir sería más gracioso que dramático. Y en otra, otro de los jóvenes es, aparentemente perseguido por un lunático con una motosierra, al mejor estilo Leatherface de La Masacre de Texas de Tobe Hooper.
De modo que la sangre aquí abunda, para el gusto de los consumidores de lo macabro. Pero en ningún momento el director se toma en serio lo que está pasando y, una tras otra, las situaciones descabelladas se van encadenando, hasta desembocar en el clímax final.
Quizás podría decirse que el momento más flojo sean los últimos 10 o 15 minutos, en donde ya los guionistas no supieron cómo terminar la historia y decidieron recurrir a elementos más prácticos, sin ninguna clase de giro. No obstante, las pequeñas, aunque reconocibles fallas de su tercer acto, no son lo suficientemente fuertes como para empañar el resto del metraje.

Mi puntaje: 6/10


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lunes, 12 de diciembre de 2011

"Neonazismo en California"

Título: American History X
Año: 1998
Género: Crimen, Drama
Director: Tony Kaye
Guión: David McKenna
Duración: 119min
Reparto: Edward Norton, Edward Furlong, Beverly D’Angelo
Produc.: New Line Cinema, Savoy Pictures, The Turman-Morrissey Company
Presup.: $10 millones aprox.

American History X nos narra la historia de Derek Vinyard (Edward Norton), un neo-nazi de California, que tras asesinar a dos hombres negros que intentaban robar su auto, acaba entre rejas. Cuatro años más tarde, Derek es, finalmente liberado, para enterarse de que su hermano menor Danny (Edward Furlong), quien desde siempre, lo ha admirado, ha estado siguiendo el mismo camino que lo llevó a él a la cárcel.
La película empieza cuando el Dr. Bob Sweeney (Avery Brooks) termina de dialogar con un sujeto y a continuación tiene que llamar a los gritos al desinteresado joven Danny, para que entre, inmediatamente, a su despacho. El Sr. Sweeney está preocupado por él y por el mal ambiente que el chico frecuenta, el cuál lo ha ido desviando de alcanzar metas más productivas.
Sweeney propone a Danny ser su profesor de historia, cuando su objetivo evidente es moldear la mentalidad del chico hacia un ser con inteligencia. Su primera asignatura, le dice Sweeney, será escribir una redacción en la que le hable sobre Derek. En ella Danny deberá comentar sobre su hermano skin-head, todo aquello que él sabe y, también, lo que siente. Por si fuera poco, el plazo de entrega será al día siguiente. Danny le responde con lamentos, aunque se sabe que cumplirá bien con el plazo establecido.
Una vez que hemos conocido a Danny, el director nos traslada hacia su hermano Derek, quien en este momento está por quedar libre. Tras una ausencia prolongada, la idea de que una figura tan amenazante se reinserte en la sociedad, es motivo de alarma.
La presentación de Derek funciona para que entendamos de qué se trata la ideología neo-nazi. Individuos para quienes la población americana de color no es más que una mancha de mugre en el mapa. La película se vale del recurso de la imagen a color, para mostrarnos el presente, y del blanco y negro, cada vez que se recurre al pasado, mediante flashbacks.
Hay tres escenas, fundamentales, que nos permiten entender la mentalidad de un skin-head. Una de estas transcurre en una cancha pública de basketball, en donde Derek reta a un grupo de chicos negros a un partido contra los blancos y cuyo ganador será el nuevo dueño del campo de juego. Los perdedores, por el otro lado, deberán desaparecerse para siempre. Derek demuestra ser un deportista talentoso y los blancos se quedan con la cancha.
Rápidamente, hay una segunda escena en la que Derek y Danny comen en familia, y en donde su odio racista se ve exteriorizado casi hasta el límite. Una cena apacible pierde toda tranquilidad, cuando en un intercambio de opiniones, la coherencia (su madre y demás, presentes) contra la incoherencia (Derek y novia), acaban a los gritos. Histérica y cansada de su hermano y su novia, Davina (Jennifer Lien) se levanta para marcharse, pero Derek la toma de un brazo y hasta le mete comida en la boca, a la fuerza. Afortunadamente, la situación no llega a mayores.
Luego, durante la noche, dos hombres negros (quienes perdieran antes, el campo de juego) intentan robar el auto de Derek, pero ambos acaban pasando a mejor vida y Derek, encarcelado.
Es a partir de su vuelta a la libertad, que la película nos revelará, y de boca del propio Derek, la otra cara de una misma moneda. Porque tenemos a un Derek anterior a la condena, un tipo malo y lleno de rabia, rapado a cero y con la esvástica tatuada en el pecho. Más luego, tendremos a otro Derek Vinyard, completamente reformado y apaciguado, racional e inteligente, y a quien los años de aislamiento han servido para que aprenda a escuchar, a aceptar a los que son distintos y para cambiar su actitud defensiva. Incluso se ha dejado crecer el cabello.
El Derek rehabilitado contará con muy poco tiempo para ponerse al tanto de todo, y de muy escasas oportunidades, para desligar a su hermano de ese entorno, si es que, acaso, puede hacerlo.
American History X es una película repleta de violencia y dramatismo, pero que no están de más, en ningún momento. Es una película que te hace entender algunas cosas, para también meditarlas, con detenimiento. Es una película que cuenta con muy buenas actuaciones, sobre todo la de Edward Norton, quien fuera nominado al Óscar.

Mi puntaje: 9/10


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miércoles, 7 de diciembre de 2011

"Lucas contando lo que ya todos sabíamos"

Título: American Graffiti (Locuras de Verano)
Año: 1973
Género: Comedia, Drama, Romántica
Director: George Lucas
Guión: George Lucas, Gloria Katz, Willard Huyck
Duración: 110min
Reparto: Richard Drefuss, Ron Howard, Paul Le Mat, Charles Martin Smith, Cindy Williams, Candy Clark, Mackenzie Phillips
Produc.: Universal Pictures, Lucasfilm, The Coppola Company
Presup.: $777.000 dólares aprox.

American Graffiti narra las andanzas nocturnas de los adolescentes de Modesto (California), en la última noche del verano de 1962, antes de que deban volver a sus obligaciones. Será una jornada en la que todos quieran salir a bailar, tomar alcohol y pasear en auto, entre muchas otras cosas.
Una de las razones que me llevaron a interesarme por esta película, fue el hecho de que se tratara de un producto dirigido por el mismísimo George Lucas, pero que no fuera Star Wars. La idea de poder disfrutar de un trabajo de este señor, en el que no hubiera naves espaciales o rayos láser, me resultaba tentadora. Y más, cuando en la IMDB (sitio al que recurro mucho) la peli contaba con un 7.6/10, que no es poca cosa.
Ampliando mi descripción inicial, American Graffiti vendría a ser el equivalente de salir a documentar, durante una noche, las idas y venidas de distintos grupos de adolescentes, e ir saltando con la cámara, de personaje en personaje, atestiguando cómo se van dando las circunstancias para cada uno de ellos. El problema que me encontré fue la carencia de un hilo argumental interesante, limitándose a contarnos, cómo viven esas horas, cada uno de ellos.
La película arranca, y tras los créditos iniciales se nos van dando a conocer distintos personajes, que en este caso son en su mayoría amigos entre sí o conocidos, y, luego, cada uno va tomando su rumbo. John (Paul Le Mat), uno de estos, elige salir a pasear en su auto y que sea lo que la noche quiera. Por otro lado tenemos a Steve (un jovencísimo Ron Howard), que a punto de marcharse de la ciudad, entrega su vehículo a su amigo Terry (Charles Martin Smith), para que se lo cuide. En cambio Steve, pasará estas últimas horas con su novia, de quien luego estará distanciado por algunos meses.
A partir de esta premisa, Lucas irá, básicamente yendo y viniendo, mostrándonos cómo le van las cosas a Terry (que se consigue una novia), a Steve y Laurie (que se pelean, para luego reconciliarse), a Curt (que deberá sobrevivir a un grupo de traviesos ladrones) y a John (que se conseguirá una, no muy placentera, compañera de viaje). Es así como se resumen las casi dos horas de metraje, en las que no hay conflictos demasiado llamativos.
Algo que me llamó mucho la atención, fue leer los comentarios de varios fanáticos que daban a la película altas puntuaciones, pero que se notaba que lo habían hecho por sentirse identificados con los sucesos que se contaban, y no, necesariamente, porque la cinta en sí misma les hubiera parecido buena. En este caso, yo mismo podría afirmar que las situaciones abordadas por Lucas resultan, efectivamente, verosímiles, tanto en los años 60 como hoy. No obstante, creo que por mucho que uno tome elementos de lo cotidiano para armar una película, nunca puede olvidarse de que no basta con mostrarnos lo que ya todos conocemos de la diaria, sino que es necesario contar con algo que le sume un plus de atractivo a las historias. Porque está muy bien querer transmitir en la gran pantalla los sentimientos de la juventud, que desea divertirse, pero... ¿Y el conflicto?  Sin un conflicto que nos atrape, ¿qué nos mantendrá sentados en las butacas?

Mi puntaje: 3/10


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miércoles, 30 de noviembre de 2011

"Condenadas por el color de la piel"

Título: The Help (Historias Cruzadas)
Año: 2011
Género: Drama
Director: Tate Taylor
Guión: Tate Taylor, Kathryn Stockett (basada en su novela homónima)
Duración: 137min
Reparto: Emma Stone, Viola Davis, Octavia Spencer
Produc.: DreamWorks SKG, Reliance Entertainment, Participant Media, Imagenation Abu Dhabi FZ, 1492 Pictures, Harbinger Pictures
Presup.: $25 millones aprox.

Historias Cruzadas se desarrolla en Mississipi, en la década de los 60, cuando Eugenia 'Skeeter' Phelan vuelve de la universidad con el objetivo de ser escritora y consigue trabajo en un periódico local. Poco más tarde, las cosas darán un giro, cuando Eugenia decida escribir sobre la vida de las empleadas de color, en una sociedad que es en extremo racista y ,para lo cuál, la joven conseguirá que estas mujeres discriminadas se atrevan a hablar con ella, una chica blanca.
Antes de verla, hacía tiempo que no me topaba con ninguna película similar. Recuerdo La Misión, con Robert de Deniro, cinta que vi hace unos pocos meses y, el único ejemplo cercano que se me ocurre, donde en lugar de tratar con desprecio a la población negra, se hacía lo mismo, pero con los indígenas americanos del siglo XVIII.
Debo reconocer que mis conocimientos sobre la temático son muy escasos, por lo cuál, cada vez me encuentro con una producción hollywoodense de este estilo, no me queda otra que absorver todo lo que se me cuenta para darme por enterado. Y aún así, incluso con Historias Cruzadas, he de seguir manteniendo en consideración dos elementos. Número 1: La realidad de los Estados Unidos en esa década, fue bastante peor de lo que se deja ver en esta cinta. Número 2: Por muy acertada que sea la descripción general que se brinda, Historias Cruzadas no se basa en los diarios de una empleada negra o en un artículo periodístico del momento, sino en una novela. Lo cual implica que su autora, Kathryn Stockett, tras recopilar cierta cantidad de información sobre el período, decidió, evidentemente, concederle un toque personal y crear una historia de vidas cruzadas y personajes ficticios, pero, eso sí, basados en una realidad muy cruda.
Tate Taylor aquí nos permite deleitarnos con espléndidas actuaciones, sobre todo como son los casos de Viola Davis como Aibileen Clark, y de Octavia Spencer como Minny Jackson. Ambas representan el peso de ser una empleada en un momento en el que ser negro era lo mismo que decir que habías venido al mundo para ser un obediente instrumento de limpieza y decir: "Sí, señor" o "Sí, señora" a tus patrones.
La joven Emma Stone cumple, por su parte, el papel determinante. Ella es la encargada de dar a conocer, abiertamente, una verdad acerca de la cuál,la mayoría preferían sólo darse, colateralmente por enterados, sin decir palabra. Sin embargo, cuando Aibileen le pregunta qué pasaría si algo de lo que va a contarle no le gustara a ella (lo que es lo mismo que decir: ¿qué pasa si lo que digo de los tuyos te ofende?), la propia Skeeter es lo suficientemente lúcida como para contestarle que lo ella piense al respecto no tiene importancia.
Es así que Historias Cruzadas se preocupa por mostrarnos cómo varias empleadas deben soportar las insolencias de sus patrones. Y es que se trata, los blancos, de individuos educados bajo la certeza de que eran miembros de una raza superior. En cambio, los negros eran inferiores, al punto de pensarse que tenían enfermedades distintas y peores, y que sería toda una atrocidad que una empleada usase el mismo baño que sus patrones. Por eso, en una escena Minny siente necesidad de ir al baño, en un día tormentoso, para lo cuál debería cruzar el patio de la casa de la Sra. Hilly Holbrook, quien es una abominación de mujer, mucho más racista y despiadada que muchos. Cuando Missus Walters (Sissy Spacek), madre de Hilly, le ofrece usar el suyo, su hija se muestra completamente en desacuerdo, pero Minny decide aceptar a escondidas el ofrecimiento. Sin embargo, Hilly va a espiarla y la llama a través de la puerta, para asegurarse de que Minny no esté haciendo uso del baño de la casa, a lo que Minny, cansada de soportarla, responde, tirando de la cisterna y poniéndole fin a sus días como empleada doméstica. Empero, la venganza será terrible y será dada a conocer cuando publiquen el trabajo de Skeeter.
Algo que vi positivo fue que esta película abarcara distintos puntos de vista y que no se redujera a "blancos que odian negros y negros que odian blancos". Es cierto que los personajes, por ejemplo, de Hilly Holbrooks y de su marido, fueron construidos bajo el estereotipo del racista extremo, que carece de la facultad del razonamiento, superada enteramente, por el odio sin fundamento. No obstante, tenemos a Elizabeth Leefolt (Ahna O'Reilly), una muchacha, también, criada bajo esa completa separación entre blancos y negros, salvo que en ningún momento percibimos que sienta ese odio sádico que siente Hilly.
Podemos incluir, además, a Charlotte Phelan (Allison Janney), de quien poco sabemos a lo largo de la película, salvo que se está recuperando de un cáncer y que hace, ya años, que oculta a su hija un secreto que podría volverla su enemiga. Luego, casi sobre el final mismo, nos enteramos de que ella no era en realidad una mujer malvada, sino una víctima de las circunstancias y de los conflictos de intereses.
Dentro de todo, y dejando de lado los elementos que dotan a la película de calidad, creo aún así que su flaqueza recae, más que nada, en la manera, un tanto light, en que a veces se nos cuenta la historia. Quizás hubiera quedado mejor una mayor agresividad en el conflicto entre blancos y negros.

Mi puntaje: 8/10


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viernes, 25 de noviembre de 2011

"¿Habemus Papam? O... ¿No habemus papam?"

Título: Habemus Papam (Tenemos Papa)
Año: 2011
Género: Drama
Director: Nanni Moretti
Guión: Nanni Moretti, Francesco Piccolo, Federica Pontremoli
Duración: 102min
Reparto: Michel Piccoli, Jerzy Stuhr, Renato Scarpa, Franco Graziosi, Camillo Milli, Roberto Nobile, Ulrich von Dobschutz, Gianluca Gobbi, Nanni Moretti.
Produc.: Sacher Film, Fandango, Le Pacte, France 3 Cinéma, Rai Cinema, Canal+, Coficup, Backup Films, Eurimages
Presup.: $8 millones aprox.

Tenemos Papa cuenta cómo, tras la muerte de un Papa, obispos, arzobispos y cardenales de todo el mundo, deben reunirse para, mediante una votación secreta, elegir al sucesor. Es así que, tras mucho nerviosismo e incertidumbre, el nombre del elegido, Melville, es dado a conocer entre los votantes. Sin embargo, cuando llega el momento de que el nuevo Papa salude a sus fieles, este tiene un ataque de nervios y se ve imposibilitado de aparecerse ante la muchedumbre.
Esta es de esas películas con las que me ha dado gran gusto encontrarme, ya que nunca antes había visto que alguien abordara semejante concepto y de, tan elegante y picaresca, manera.
Para todo aquel que haya visto la producción británica El Discurso del Rey, no pretendo decirles que no vean esta película, pero sí les comento que ambas contienen alguno que otro elemento en común. En la cinta de Tom Hooper, el rey inglés se ve imposibilitado de dar un discurso debido a su insoportable tartamudeo. En la cinta de Nanni Moretti, el nuevo Papa se ve imposibilitado de saludar a sus seguidores, a causa de su nerviosismo e inseguridad. El pobre no sabe si tiene lo que se necesita, para ser el representante del todo poderoso entre los mortales.
Asimismo, esta película comparte con la otra, el hecho de que sus protagonistas principales tengan que transitar por un camino de auto descubrimiento, para comprenderse a sí mismos y saber de qué están hechos, antes de animarse a hablar ante un público muy amplio.
Dicho esto, debe quedar claro que, de todas maneras, las diferencias entre estos dos filmes europeos resaltan a la vista, y en tanto que ambos son dramas, Habemus Papam contiene una elevada dosis de comicidad. Este, aspecto que nos lleva, inmediatamente, a pensar en uno de sus personajes (el psicoanalista), co-guionista de la película y director de la misma, el Sr. Nanni Moretti, ya conocido en su país por poseer ciertos atributos de comediante. Podemos mencionar algunos casos concretos como, por ejemplo, la escena inicial de la elección, en donde uno de los votantes intenta bichar el dictamen de su compañero de asiento. Luego, se destaca la escena del campeonato de voleibol entre países, que el propio psicoanalista organiza para el divertimento de los expectantes, miembros del Vaticano. Y en otra, uno de los momentos, diría yo, mas notables de la película, que es cuando el falso Papa pone a correr "Cambia, todo cambia" de Mercedes Sosa, desde la habitación del máximo pontífice.
Igualmente, es importante no equivocarse a la hora de señalar de qué tipo de película estamos hablando. Nos encontramos ante un Papa que, apenas ve la oportunidad, se desaparece detrás de un ómnibus y se pierde de vista entre la multitud, para que el sujeto que tiene a su cargo no pueda seguirlo. Porque Melville está en estos momentos, confundido, y lo último que necesita es que sus compañeros de la iglesia lo presionen y le digan cómo debe obrar. Es por eso que a Melville se le ocurre que lo mejor debe ser salirse de ese mundo de hombres en sotana y darle espacio a la reflexión, pero desde la posición de ser uno más, entre los muchos miles de ciudadanos, comunes y corrientes.
Algo que creo positivo de Habemus Papam es la elección de su director, por contar su relato desde un punto de vista, cien por ciento humano, sin meterse demasiado, en aspectos religiosos, con la salvedad de algunos chistes. Lo que sucede es que esta película no tiene por objetivo decirnos en qué debemos creer, sino mostrarnos las cosas desde la perspectiva de personas comunes, con cuyos problemas podríamos, perfectamente, identificarnos.

Mi puntaje: 7/10


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jueves, 24 de noviembre de 2011

"La locura llevada al extremo"

Título: The Human Centipede (First Secuence) "El Cienpiés Humano: Primera Secuencia"
Año: 2009
Género: Drama, Terror, Thriller
Director y guión: Tom Six
Duración: 92min
Reparto: Dieter Laser, Ashey C. Williams, Ashlynn Yennie, Akihiro Kitamura.
Produc.: Six Entertainmet
Presup.: €1,500,5000 aprox.

El Cienpiés Humano trata de dos chicas americanas, Linsday (Ashley C. Williams) y Jenny (Ashlynn Yennie), que se encuentran paseando por Europa y una noche tienen una avería en su auto, en medio de un bosque. Las chicas salen a pedir ayuda y dan con una casa aislada, cuyo propietario es un psicótico cirujano alemán retirado, el Dr. Heiter (Dieter Laser), que tiene en mente llevar a cabo la mas insólita y enfermiza de las operaciones.
Antes que nada, es importante aclarar una cuestión elemental, y es que toda película, sin importar su temática, u otros posibles aspectos controversiales, es completamente puntuable. Lo digo porque, chequeando el famoso sitio IMDB, me encontré con que un crítico llamado Roger Ebert había hecho el siguiente comentario: "El sistema de puntajes es inadecuado para esta película (...) Es lo que es y ocupa un mundo en el que las estrellas no brillan". Este hombre se negó a asignarle un puntaje dentro de su crítica, lo que no es lo mismo que ponerle un cero, que implicaría considerarla una de las peores películas jamás hechas. Además agregó, que tampoco importa, realmente, si el film es percibido como bueno o malo.
Personalmente, respecto su punto de vista, aunque discrepo con el mismo.
Entonces, yo pretendo hacer dos cosas. Por un lado siento que, por muy bizarra y grotesca, que esta película parezca, tiene derecho a una defensa. Por el otro, me interesa analizar ese concepto, anteriormente mencionado, en el que ponía "el film es lo que es".
¿De qué trata El Cienpiés Humano? Empecemos por ahí. Trata de que un ex-médico, o si se quiere (y más entendible, a la hora de definir a ese personaje), de un "científico loco" que secuestra a tres víctimas, las seda hasta dormirlas, y luego lleva a cabo, la más atroz de las operaciones, uniéndolas, tal cuál ese insecto largo, de varias patas, al que llamamos cienpiés. Y sí. Yo se que la idea suena, extremadamente aterradora e inhumana. Pero... ¿Tiene realmente que haber un pero? me dirán muchos. Sí. En efecto.
Es una película de terror, con un alto grado de morbo y extremadamente desquiciada. Sin embargo, no por eso deja de ser una película, ni lo que se nos muestra deja de ser ficción, producto, no de una mente enferma, como muchos piensan, sino de un tipo con mucha imaginación, o al que un día, sencillamente, se le ocurrió llevar a cabo una idea de lo más desagradable. Siempre cabe la posibilidad de que alguien loco de remate, tenga ideas de este tipo. Si bien, también existe la chance de que a un ser humano perfectamente cuerdo, aunque con ideas extravagantes, se le venga a la cabeza el querer hacer una cinta como ha nadie se le había ocurrido antes. Yo mismo, tras verla, no he dudado de mi cordura, ni por un segundo, y he seguido con mi vida, de la misma manera que antes, sin sentimiento de culpa alguno, ni ninguna necesidad de que me traten en el  Hospital Vilardebó.
Si has visto películas como las de la saga El Juego del Miedo, conociste Jeepers Creepers o cualquier películas de zombies de Geroge Romero, el film de Tom Six no debería atormentarte, ni asquearte demasiado, ni nada parecido, porque incluso, hasta me atrevería a decir, que es más lo que se ha dejado a la propia imaginación del público (tanto a través de su título, como por lo que se dijo, apenas estrenada), que lo que efectivamente vemos en pantalla. Porque en realidad sólo tenemos a tres intérpretes, que se pasan medio largometraje lloriqueando, caminando arrodillados, cada vez que el director dijo "acción" y fingiendo, dos de ellos, tener sus labios cosidos a los anos de otro (si acaso no entendí mal, toda la explicación del cirujano). Un muy buen trabajo de maquillaje y una correcta coordinación entre actores, permite brindarnos la eficaz ilusión de que estuvieran unidos de forma pernanente.
Otro detalle que es importante poner sobre la mesa, es que si uno no quisiera ver esta nueva propuesta de Tom Six, no debería implicarle más que: no ir a verla al cine, no alquilarla, no comprarla o descargarla de Internet.
Muchos pensarán que estoy loco, por pensar de esta manera, y por haberme puesto a analizar, desglosar y racionalizar, cada uno de los elementos que integran a este film y a su visionado, pero es que, creo, que es el modo más preciso para entender las cosas con mayor claridad, sin censurarla de una, borrarla directamente del mapa y decir que es una porquería.
Pasando ahora, muy brevemente, al análisis de su historia, la peli empieza bien, con el típico: "dos chicas perdidas en el bosque, con un auto descompuesto", luego "las dos chicas buscan ayuda", y mas tarde, "las dos chicas dan con la persona incorrecta". Toda esta, una premisa bien simple, pero efectiva, que nos permitirá conocer a un Dr. Heiter, espléndidamente interpretado por Laser, que parece verdaderamente trastornado del coco. De esta manera, cuando se nos introduce a Katsuro (Akihiro Kitamura), el japonés, ha significado agregarle el toque final, para que el director se anime a desarrollar su pequeño cuento bizarro. Tendremos, a partir de ese momento, a tres desesperadas víctimas de una mente dsequilibrada, tratando de escapar de la residencia de ese maniático.
Dentro de lo negativo, quizás el mayor problema de la película sea su ritmo, ya que los últimos 30 minutos se hacen un poco densos y aburren un poco. Por este motivo, El Cienpiés Humano termina siendo "lo que es" y no "lo que pudo ser". Una cinta que podría haber sido de nivel aceptable, pero que, finalmente, queda en el "casi" aceptable, pero no, sin descolocarnos un poco en el proceso.

Mi puntaje: 4/10


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miércoles, 16 de noviembre de 2011

"Papá tiene una nueva inquilina"

Título: The Woman
Año: 2011
Género: Crimen, Drama, Terror
Director: Lucky Mckee
Guión: Lucky Mckee, Jack Ketchum (basado en su novela homónima)
Reparto: Sean Bridgers, Pollyana McIntosh,  Lauren Ashley Carter, Angela Bettis.
Produc.: Modernciné

Hace algunas horas, mientras pensaba en cómo abordaría esta crítica, me puse a navegar en la web y así me enteré de que esta adaptación cinematográfica es una secuela de otra adaptación de una obra del Sr. Ketchum, titulada Offspring, pero dirigida por Andrew van den Houten. Enseguida, también me percaté de que yo dispongo de dicho libro en mi biblioteca, desde hace ya un par de meses. Expongo este detalle, sólo a modo de curiosidad. A continuación, paso a mi comentario de la película.
En The Woman se nos presenta a una familia de cinco integrantes, conformada por el padre, Chris Cleek (Sean Bridgers), su esposa Bell (Angela Bettis), su hijo Brian (Zach Rand) y sus dos hijas, Peggy la mayor (Lauren Ashley Carter) y Darlin (Shyla Molhusen). A primera vista, todos parecen ser personas, relativamente normales, y el único aspecto que se nos menciona desde el principio es el hecho de que Peggy podría no estar pasando por un buen momento de su vida, sumida en un estado de crisis, ella siempre cari triste y en silencio, aunque no sepamos hasta mucho mas tarde, qué es lo que tanto le preocupa.
Empero, el punto de giro inicial llega, con la ida de Chris al bosque, en donde planea divertirse cazando con su rifle. Es allí que, de repente, estamos viendo a un cazador, practicando un deporte con normalidad, hasta que se topa con que a muy pocos metros de su ubicación, hay una extraña mujer vestida prácticamente en harapos y cuya postura y manera de comportarse resultan mas similares a las de Tarzán, que a los de cualquier otro ser humano. Ante una imagen como esta uno supondría que este buen samaritano se va a apresurar a ayudarla. En cambio, la situación que veremos será de lo más alarmante, cuando Chris haga caer a esta salvaje en una trampa para llevarla apresada hasta un sótano a sólo metros de su casa, en donde la tendrá atada de brazos y piernas, tal cuál las películas de asesinos en serie.
Más adelante en la cinta, cuando Chris enseñe a su esposa e hijos su nueva adquisición, las cosas se tornan aún más desconcertantes, no sólo porque ninguno de los presentes se va a mostrar demasiado asustado, sino porque Chris les plantea que su misión como familia, es trabajar unidos para domesticarla y lograr de ella un ser decente y presentable. Cuando ya se ha cumplido, aproximadamente una hora y media de película, hemos descubierto que Chris no es un hombre cuerdo, si no un monstruo sádico y salvaje (mucho más que su prisionera), capaz de agredir a la pobre mujer, tanto física como sexualmente. Agreguemos a esto, la escena en que Brian resuelve él, también, complacerse a expensas de ella, al mismo tiempo que la llena de tajos y, entonces, tenemos ya un buen cóctel de violencia.
En The Woman las sorpresas están a la orden del día. No porque lo que se nos revela sea algo novedoso en el género, porque no lo es, pero que sí le añade tensión e incertidumbre, logrando colocar a esta película entre las que vale la pena mirar, entre tanto producto malo.
Algo, también positivo y que aporta para que el filme no sea solamente una propuesta sangrienta, es el contexto familiar. Tenemos a una madre introvertida, temerosa de revelársele a su marido y que cuando se anima a hacerle frente, recibe un par de fuertes golpes, acabando en el piso. Una hija que, en definitiva, comprendemos que se ha iniciado en su vida sexual a destiempo, quedando embarazada, y cuya profesora Miss Raton (Carlee Baker), quien va hasta su casa a ayudarla, recibirá por su parte, un trato parecido al de la prisionera. Y un hijo demasiado chico como para procesar lo que está sucediendo y cuyo modelo de adulto es un lunático enfermo de la cabeza.
Al final, sacamos en limpio que la única que se mantiene, mas o menos, al margen de la locura, es la inocente Darlin, por ser tan pequeña y aún inmadura.

Mi puntaje: 5/10


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miércoles, 9 de noviembre de 2011

"El arte de salir con vida"

Título: 30 Minutes or Less (30 Minutos o Menos)
Año: 2011
Género: Acción, Aventura, Comedia
Director: Ruben Fleischer
Guión: Michael Diliberti, (historia), Michael Diliberti y Matthew Sullivan.
Duración: 83min
Reparto: Jesse Eisenberg, Aziz Ansari, Danny McBride, Nick Swardson.
Produc.: Columbia Pictures, Media Rights Capital, Red Hour Films
Presup.: $28 millones aprox.

30 Minutos o Menos cuenta cómo Dwayne (Danny McBride), un hombre grosero y bueno para nada, que vive con El Mayor, su padre millonario (Fred Ward), decide, una noche, y gracias a la insinuación de una stripper, contratar a un asesino a sueldo para matar a su progenitor y quedarse con su fortuna. El único problema es que Dwayne carece del dinero como para costear uno, por lo cuál va necesitar a alguien que robe por él un banco y a quien incriminar. Es así que llama a una pizzería y luego secuestra a Nick, el delivery (Jesse Eisenberg), a quien condena a seguir sus órdenes, bajo la amenaza de hacerlo volar con un explosivo que ha atado a su pecho.
Ruben Fleischer vuelve a invitarnos a las salas de cine, tras su anterior trabajo Bienvenidos a Zombieland en el 2009, que se desarrollaba en el entorno de los muertos vivientes. Esta vez, el joven director se pasa de los no muertos a un crimen bancario, con todo el antes y el después del robo, pero sin desligarse del género cómico. La película presenta una persecución en auro y algo de romance, y si bien es muy sencilla y bastante tonta, es un buen entretenimiento para ver con amigos.
El mayor problema aquí para Flesicher recae en el guión, ya que el mismo carece de ese sentido del humor inteligente y ocurrente, capaz de hacerlo a uno reír hasta las lágrimas. Debemos recordar que, últimamente lo que los norteamericanos consideran gracioso gira en torno a lo físico, con la violencia; a lo tonto, con algunos actores demostrando un elevado grado de idiotez; a lo grosero, con los constantes comentarios ofensivos; y a lo grosero, también, con el exagerado uso del término "fuck" (coger") y sus derivados.
En uno de los intentos más tempranos de 30 Minutos o Menos por hacernos reír, Nick y Chet (Aziz Ansari) conversan sentados. mientras miran la tele en casa de Chet, cuando un comentario lleva a otro y terminan hablando, cuando   no, de la inclinación sexual de un chico. Y la cosa se pone aún más candente, cuando sale a colación un tema delicado, como es la vida sexual de la hermana de Chet. Rápidamente, el muchacho pierde el temperamento y se arroja sobre Nick, cayéndose ambos al piso, sillón incluido.
Más adelante vemos a Dwayne y a Travis, mirando Viernes 13: Parte 3 con lentes 3D, en una pantalla gigante. De pronto, Travis salta del susto, cuando Jason sacude su hacha, y al instante siguiente Dwayne bromea, demostrando que él no le teme a Jason y se acerca más hacia la pantalla, para simular estarse propasando con al asesino en serie. A todo esto aparece El Mayor, para detenerlos y que dejen de avergonzarlo.
Son este tipo de situaciones, supuestamente chistosas, las que plagan al nuevo cine americano y, que si bien, puede que de a ratos, quizás sí, nos hagan reír, son, en definitiva, sinónimo de decadencia, y no, del crecimiento humano. Pero afortunadamente, en esta comedia no exceden en abundancia.
La película cuenta, también, con algunas escenas de disparos, una persecución y algo de romance, y si bien es muy sencilla y bastante tonta, es un entretenimiento muy elemental, para verlo con amigos.

Mi puntaje: 5/10


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sábado, 5 de noviembre de 2011

"Cómo ver dos películas en una"

Título: Territories (Territorios)
Año: 2010
Género: Historia, Terror
Director: Olivier Abbou
Guión: Olivier Abbou, Thibault Lang Willar
Duración: 91min
Reparto: Roc LaFortune, Sean Devine, Nicole Leroux, Cristina Rosato, Michael Mando, Alex Weiner, Tim Rozon, Stephen Shellen.
Produc.: Capture The Flag Films, Les Films Esplanade, Les Films du Territoire, Noodles Production
Presup.: $CAD 3 millones aprox.

Territorios trata acerca de un grupo de amigo, quienes, luego de haber asistido a un casamiento en Canadá, están regresando a Estados Unidos, cruzando la frontera, cuando son detenidos por un peculiar policía. Este individuo, junto a su compañero de ronda, en principio sólo desean ver sus pasaportes. Salvo que las cosas acaban tomando otro rumbo.
Con el desarrollo de esta película Olivier Abbou logra hacer dos cosas, muy contradictorias, una de la otra. Por un lado nos muestra su tarjeta de presentación, dirigiendo, muy prolijamente, toda la primera parte, en donde nos encontramos ante un filme correctamente actuado, guionado y con muchísima tensión, algo que da gusto ver. 
Luego, para el tramo final, lamentablemente contradice todo ese notable desempeño, mostrándonos, en cambio, cómo destrozar una película hasta que se desangre. Entoces, esto nos conduce hacia una gran interrogante: ¿Cómo es posible hacer una película, en donde una parte sea funcional y atrapante, y la otra, una pérdida total de cualquier lógica? He aquí la respuesta.
Con Jalil (Michael Mando) al volante, nuestro grupo de fiesteros circula por la ruta a altas horas de la madrugada y a punto de cruzar la frontera, cuando los faros de un vehículo de patrulla les revela la presencia de un individuo uniformado, con una linterna. Seguidamente, Jalil detiene su auto, como corresponde, para pasar por el chequeo rutinario. Es así como un sujeto calvo, de baja estatura y barba negra recortada, se acerca a su ventanilla y le pide el pasaporte. Jalil le explica que él no lo lleva consigo y que lo tiene en la valija, y esto, ya al policía no le gusta. Algo contrariado, este permite a Jalil descender del auto, pero, curioso detalle, no sin antes insistirle en que lo haga con cuidado y con las manos en alto. Jalil cumple con el pedido, sin embargo, su pasaporte no ha sido más que una excusa para que, poco después, él sus amigos sean acusados, indebidamente, de no respetar a la autoridad, posesión de narcóticos, y por si esto fuera poco, de presentar una amenaza para la seguridad del país, según el juicio del policía. Todas estas incriminantes funcionarán como detonantes para que este trastornado servidor de la ley disfrute practicando con ellos todo tipo de atrocidades.
La tensión en Territorios ha aumentado en cuestión de instantes y se mantendrá bastante bien durante cerca de cuarenta y tantos minutos, momento en que los muchachos habrán pasado por enjaulamiento e interrogatorio. No obstante, el señor Olivier Abbou tuvo la nada justificada idea de cambiar, completamente, de punto de vista, del sufrimiento de las víctimas, al tranquilo detective (Stephen Shellen) encargado del asunto. Con él, la película se torna lenta, aburrida y se aleja, innentendiblemente, de los personajes que realmente importan, como si el director hubiera optado por cambiar de argumento, pero dentro del mismo metraje, y además homenajeando, en cierta manera, al clásico de Hitchcock, Psicosis, por incluir la muerte del detective, cuando se hunde con su auto en el río. Abbou también, inserta un par de planos en los que vemos al detective soñando con una niñita mientras descansa en un motel, algo que tampoco aporta, absolutamente nada a la película, que ha caído casi que en un vacío narrativo.

Mi puntaje: 3/10


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lunes, 31 de octubre de 2011

"Tom Hanks en el mundo de los SMSs"

Título: Larry Crowne
Año: 2011
Género: Comedia, Drama, Romántica
Duración: 98min
Director: Tom Hanks
Guión: Tom Hanks, Nia Vardalos
Reparto: Tom Hanks, Julia Roberts, Gugu Mbatha–Raw
Produc.: Universal Pictures, Vendome Pictures, Playtone Productions
Presup.: $30 millones aprox.

En Larry Crowne, Larry (Tom Hanks) es un empleado de supermercado, que tras ser despedido, decide volver a la universidad.
Tom Hanks hace, con esta película, su segunda incursión tras las cámaras, en el rubro "largometrajes". Su anterior trabajo como director había sido allá por los años 90 con Esa Cosa que tu Hace, y es, muchos años más tarde, que decide, recién, volver a tomar las riendas de un proyecto, en el que se encarge él mismo, tanto de la producción, como de la puesta en escena, del guión y del rol protagónico.
Tratándose de uno de los artistas más talentosos de la industria, puede que resulte inesperado verlo en una comedia romántica que contiene, apenas, los ingredientes esenciales para hacer al film “vendible”, pero no por eso, potable. Un producto de esos de los que basta con verlos publicitados en la rambla, en donde aparezcan pósters con Hanks y Julia, para saber que, no solo los veremos juntos en la gran pantalla, sino que, además, van a terminar por enamorarse.
Larry Crowne, como todo, tiene sus aspectos positivos y sus aspectos negativos. Pero dejemos lo bueno y más destacable para el final, y centrémonos en lo deslucido.
No es errado decir, que esta cinta se ubica dentro de lo más flojo de Hanks. Aunque el problema no recae en la historia (que habla en parte de la superación personal y de la búsqueda de nuevos rumbos), sí recae en un argumento muy mal traducido en imágenes. Un guión que no es para nada original y unos personajes que son todo, menos interesantes. Casos del buen uso del lenguaje cinematográfico en el género romántico, pudieron verse en películas como Como si Fuera la Primera Vez o Sucedió una Noche. Por el contrario, en esta película todo funciona sólo, más o menos, decentemente, sosteniéndose con pinzas. Pero esto, sólo mientras atestiguamos las andanzas de Larry. Porque desde el momento en que las cámaras revelan a la Srita. Mercedes Tairot (Julia), un relato que ya estaba siendo muy mal contado, ahora encima se torna del todo aburrido y predecible.
Dando vuelta de hoja, Larry Crowne no deja de contener alguna que otra cosa característica destacable y, primero es lo primero: un buen mensaje. Generalmente decimos que el objetivo primario del cine es el de entretener. Empero, eso no quita que a veces sea factible brindar al espectador un lindo mensaje con el que irse de la sala. Algo que pueda retener en la cabeza y sobre lo cuál pueda, luego, meditar al respecto. En Larry Crowne se habla de la posibilidad de volver a empezar, del no pensar que porque ya no somos jóvenes, no podemos retroceder sobre nuestros pasos para tomar nuevas iniciativas. Se habla de la posibilidad de conocer a gente nueva, que tenga algo distinto que decirnos.
Lamentablemente, esto último está dentro de lo poco en lo que Larry Crowne, se permite no fallarnos.

Mi puntaje: 4/10 


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"Me quiere... No me quiere... Me quiere... No me quiere... Me quiere..."

Título: Crazy, stupid, love (Loco y Estúpido Amor)
Año: 2011
Género: Comedia, Drama, Romántica
Director: Glenn Ficarra, John Requa
Guión: Dan Fogelman
Duración: 118min
Reparto: Steve Carrell, Ryan Goslyn, Julian Moore, Emma Stone, Marisa Tomei, Kevin Bacon
Produc.: Carousel Productions
Presup.: $50 millones aprox.

Loco y estúpido amor empieza una noche, en la que Cal Weaver (Steve Carrell) y su esposa Emily (Julian Moore) están cenando en un restaurante y de pronto ella le dice que quiere divorciarse, momento a partir del cual, el mundo parece colapsar a ojos de Cal. Es entonces cuando este necesita, urgentemente, la ayuda de Jacob Palmer (Ryan Goslin), un joven mujeriego al que conocerá, luego en un bar, en donde Cal se halla ahogando sus penas.
La película toma como punto de partida a Cal, que viene a ser el hilo conductor que una a los tres actos. Sin embargo, el conflicto enfrentado por él no es más que un pretexto para llevar al espectador en el seguimiento de varias situaciones paralelas, que habrán, necesariamente, de confluir en algún momento.
Rápidamente, pasamos de Cal a Robbie (Jonah Bobo), algo que nos permite apreciar la temática que se nos cuenta, desde otro punto de vista, completamente distinto al de su padre. Robbie, al contrario de Cal, es apenas un preadolescente que acaba de iniciarse en esa nueva dimensión que se conoce como “sexualidad” y que no es nada fácil de manejar. Precisamente, su personaje se nos introduce cuando su niñera Jessica (Analeigh Tipton), abre la puerta de su dormitorio y accidentalmente lo pesca en pleno acto autocomplaciente. En seguida, Robbie trata de explicarse, pero uno debería entender que empeora las cosas, por declararle a Jessica que pensaba en ella mientras lo hacía. Cabe preguntarse si le servirá, realmente, de consuelo. Por si fuera poco, a lo largo de la película Robbie buscará expresarle su amor en numerosas ocasiones.
Pasemos ahora, a otro personaje, cuya importancia es crucial en la resolución del conflicto. Se trata de Jacob, muchacho atractivo y elegante, que dedica sus noche de soltería a conquistar chicas lindas en los pubs, para acostarse con ellas. Jacob viste siempre de camisa y corbata, es dueño de un cuerpo que (como luego se dice en la propia película) parece photoshopeado y domina el arte de la seducción, a las mil maravillas. Salvo que, en una de esas oportunidades en que se encuentra en plena faena, de repente escucha a lo lejos los lamentos de un hombre, que no van dirigidos a nadie y decide darle una mano. Tiempo más tarde, la relación entre Jacob y Cal habrá ido evolucionando, al mismo tiempo que se desarrolla otro vínculo, muy complicado, entre Jacob y Hanna (Emma Stone). Al final se habrán dado una serie de enredados, y así, el modo en que se aten todos los cabos sueltos.
Pero yendo ahora un poco a la raíz del asunto, Loco y estúpido amor es de esos filmes cuyo contenido posee varias capas, no quedándose, solamente, en lo anecdótico. Aquí se abarcan cuestiones que han hecho reflexionar, ya, a unos cuantos. Un hombre amable e inteligente, pero a quien su esposa le acaba de pedir el divorcio. ¿Pero porqué? ¿En qué falló, cómo marido? Un preadolescente enamorado de una chica, que es unos cuántos años mayor. ¿Tiene, la diferencia de edad, que ser, necesariamente, una limitante? Un joven de impecable figura, que ha optado por una vida de Playboy en lugar de una relación estable. ¿Será que le teme a las relaciones serias?
Loco y estúpido amor es una cinta interesante, desde un principio, pero a la que, tal vez, le falte mayor ritmo. Con todo, al acercarse hacia su final, con ese giro en el que todo confluye, uno puede sentirse más aliviado. Luego, bueno, el guionista quizás perdió la inspiración y por eso eligió calcar a otros tres mil quinientos cierres felices, de los que sacan sonrisas al público.

Mi puntaje: 7/10


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