martes, 7 de mayo de 2013

"La familia es siempre lo primero"

Título: Texas Chainsaw Massacre (La Masacre de Texas 3D)
Año: 2013
Género: Terror, Thriller
Director: John Luessenhop
Guión: Adam Marcus, debra Sullivan y Kristen Elms (escrita por), Stephen Susco, Adam Marcus y Debra Sullivan (historia)
Duración: 92min
Reparto: Alexandra Daddario, Dan Yeager, Trey Songz, Scott Eastwood, Tania Raymonde, Keram Malicki-Sánchez, Shaun Sipos, James MacDonald, Thom Barry, Paul Rae, David Born
Produc.: Leatherface Productions, Lionsgate, Mainline Pictures, Millennium Films, Nu Image Films, Twisted Chainsaw Pictures
Presup.: $20 millones apróx.

En La Matanza de Texas 3D, Heather (Alexandra Daddario) es una joven que viaja con sus amigos para recibir una herencia. Lo que le permitirá conocer su pasado, mientras se enfrenta a un enmascarado con una moto sierra. 
Mucho antes de que el mundo del entretenimiento nos deleitara con El juego del miedo (2004), Hostal (2005), o Destino Final (2000), el profanador de tumbas Ed Gein ya había inspirado a un Tobe Hooper, que en su Austin natal dirigía un filme truculento, sobre caníbales. 
La masacre de Texas se convertiría en un ejemplo temprano, de cómo un viaje en combi podía salir de mala manera. Sus escenas de descuartizamiento, más la figura de Leatherface (Cara de Cuero), causarían sensación.
Tras muy buenos resultados, los come hombres verían la luz otras cinco veces. En todas, por otra parte, manteniéndose el concepto de los chicos que, por un motivo u otro, eran capturados por estos dementes. 
En cuanto a opiniones, ninguna de las continuaciones obtendría el recibimiento de la original, al punto de que, por ejemplo, la La matanza de Texas 4 (1994) sería destrozada. 
Respecto a mi, mentiría si dijese que no disfruté de todas ellas y que ninguna me pareció, como a otros, un desperdicio. Sólo ahora, con la más reciente, es que su argumento no ha sido de mi agrado. 
A siete años de su última aparición, seguir sacándole provecho a Cara de Cuero llevaría a cambiar las reglas del juego. Los hechos ahora pasarían al nuevo siglo, se haría uso de la tercera dimensión, y por primera vez habría un vínculo sanguíneo entre el asesino y una de las víctimas, y que pretendo abordar aquí. Del 3D, por otro lado, no voy hablar, por haber visto la película en su formato hogareño y sin esta posibilidad. 
Imágenes de archivo, del éxito setentero, son las que abren este capítulo, para explicarnos el porqué de lo que sigue.
Un grupo de tejanos furiosos abre fuego contra los Sawyer, para luego quemarlos vivos en un incendio. Estando bien atento uno debería notar que esto no pertenece a lo rodado por Hooper, si no que a un material mucho más reciente. 
Concluido el ataque y con el lugar en cenizas, Gavin Miller (David Born) es quien da con la Sawyer más pequeña. Una beba a la que toma de brazos de una madre moribunda, para quedársela y criarla con su esposa.
Tiempo más tarde Heather se halla con su novio Ryan (Trey Songz), cuando suena el timbre. Poco después, ella discute con sus padres, cuando se entera de que es adoptada. Esto, tras ponerse al tanto de que una abuela, de cuya existencia ni siquiera sabía, acaba de morir y de dejarle una herencia. De esta manera, de su pasado hay cosas no sabe, y quizás yendo con su novio y sus amigos, a ver la casa, lo descubra.
Por haber perdurado, con sus entregas, casi cuatro décadas, se entiende que los nuevos guionistas quisieran traer algo distinto. Sin embargo, tanto en los detalles pequeños como en lo global, la imagen que nos terminan dando es la de escritores muy poco serios. Si no, ¿cómo se justifican que una chica dejase, en su nueva casa y por las suyas, a un completo extraño? O que, recorriendo el lugar hallara a su abuela muerta en un sillón. ¿Acaso pudieron contactarla, pero no, enterrar a la anciana, teniendo un cementerio privado?
A diferencia de en las otras entregas, el espacio dedicado a las muertes de los jóvenes es muy pequeño, evidenciando que el papel de estos es secundario. 
Burt Hartman (presente, el día del incendio) descubre que aparte de la abuela, aún también vive Cara de Cuero, que sobrevivió. 
Lo que sigue comprende un spoiler importante, que tal vez muchos prefieran no leer. 
Hartman y el alguacil Hooper (Thom Barry) discuten en una oficina, mientras que en otra habitación de la jefatura Heather investiga datos archivados. Allí ella descubre a su verdadera familia y lo qué les ocurrió. Sucede que ese muchacho enmascaro, es en realidad su primo, y de un momento a otro entiende que ha vivido en un engaño. 
Heather, de cualquier manera, no podría haber previsto que Hartman fuese a proyectar sobre ella ese odio sentido hacia su familia, como para querer matarla. Para su psicótico propósito (que incluye a ambos primos), es su hijo Carl (Scott Eastwood), el comisario, quien lo ayuda. 
En un retorcido final, en donde los roles de bueno y de malo se intercambian, Heather y Cara de Cuero terminan protegiéndose mutuamente, de un Hartman sin escrúpulos. 
Luego, una vez en la casa, ambos procuran respetarse sus espacios. Es como si Heather se hubiera olvidado de los asesinatos por él cometidos, y en cambio prefiera, de aquí en adelante, dejar en paz a su pariente.
Todo lo que, alguna vez, había significado La masacre de Texas, se pierde en una película que se olvida de la esencia de esta saga, para convertirse en una historia de venganza, y de sentimientos de comprensión y pertenencia, por parte de un personaje horrendamente construido. De lo contrario, jamás hubiera debido terminar con ese plano, en donde ambos parecen llegar a un acuerdo de convivencia.

Mi puntaje: 2/10


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