Título:
Paddington
Año:
2014
Género:
Comedia, Familiar
Director:
Paul King
Guión:
Paul King y Hamish McColl (escrita por); Michael Bond (personaje Oso
Paddington)
Duración:
95min
Reparto: Hugh Bonneville, Sally Hawkins, Julie
Walters, Ben Whishaw, Madeleine Harris, Samuel Joslin, Nicole Kidman
Produc.: StudioCanal, Anton Capital Entertainment
(ACE), TF1 Films Production, Canal+, Ciné+, TF1, Amazon Prime Instant Video,
Heyday Films
Presup.:
$55 millones aprox.
Cuando
de adaptaciones de libros se trata, varios son los motivos por los que siempre
he creído mejor analizar una película independientemente de la fuente. En
general, sucede que los lenguajes, escrito y visual, son demasiado distintos y
no siempre compatibles. Asimismo hay que considerar que, según lo que
te haya hecho sentir el libro, la bronca o agrado con que recibas la nueva versión. Un ejemplo de esto es el rechazo últimamente recibido por el estreno
Cincuenta sombras de grey (2015), que sin merecerlo ha generado muchos detractores,
sólo porque el libro es aparentemente tan malo que, para muchos, haberlo
adaptado es ofensivo.
Exactamente
lo contrario es lo que ha ocurrido con el traslado a la pantalla del libro
infantil Oso Paddington. Dado el cariño y apego hacia su principal personaje
(un pequeño oso de sombrero rojo), tocando los corazones tras casi seis décadas,
ha imposibilitado a muchos de ser más duros críticos.
En
la navidad de 1958 el escritor Michael Bond compraba a su esposa un oso de
peluche visto en una tienda, cerca de la estación que daría el nombre al
personaje. Posteriormente, este obsequio lo inspiraría a crear a su oso
huérfano peruano, quien llegado a Inglaterra era recibido por los Brown, una
familia londinense.
Leyendo
por arriba algunos comentarios me convenzo de que el director supo cumplir con
las expectativas. Si lo que vi es medianamente similar a lo descrito por Bond, no
sólo este hombre ha conseguido
entretener, sino además trasmitir un mensaje de aceptación y tolerancia.
Bond nos habla sobre lo insignificantes que pueden a veces ser las
diferencias entre las personas, cuando se trata de solidarizarse con quien lo
necesita. En este caso, tratándose también de alguien que no sólo viene
necesitado, sino que va a contribuir a mejorar un panorama de desentendimiento familiar.
Está demás decir que, todo esto debe extraerse
de un contexto, en donde el resto no deja de ser una fantasía, donde un oso parlante es rescatado por humanos que lo tratarán como a una persona.
Mensajes
aparte, si Oso Paddington había sido estrictamente pensada para niños y se optó
por ese rumbo al adaptarlo, sería esperable que no estuviese a la altura de un
público más maduro. La narrativa ha sido planteada para que lo viésemos embarcarse en una alocada aventura por suelo londinense, entre
divertidos accidentes domésticos, exageradas e inesperadas persecuciones, la
búsqueda de un hogar definitivo y la lucha por no caer en manos malévolas.
Resulta
innecesario buscarle demasiada lógica, porque lo que vemos es lo que es. Una
comedia inocente, sin guiños o chistes hacia un público con otro tipo de
inquietudes. No se trata, por ejemplo, de una adaptación del estilo de Harry Potter, mucho más profunda, y dirigida a un público más amplio.
Paddington es otra magnífica mezcla entre animación digital y actores reales, pero que
lamentablemente, fuera de eso, no tiene mucho más.
Mi
puntaje: 3/10